“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Juan 4:23-24
¿Por qué Jesús habla sobre adorar a Dios
en espíritu y en verdad?
Muchos son los que Lo han adorado con la
boca, pero en su corazón son rebeldes y desobedientes. Dios desea personas que
sean sinceras y no religiosas, o sea, que Lo glorifiquen con su vida y que no
estén preocupadas en aparentar alguna cosa o “cumplir” con rituales exteriores.
Ahora me gustaría aclarar una cosa que ha
sido tropiezo para muchos. Dios es espíritu y por eso Sus adoradores no deben
esperar sentir emociones o alguna reacción en la carne en el momento en que Lo
buscan. La presencia de Dios no está fundamentada en sensaciones o sentimientos
y sí en la certeza, en la fe.
Tal vez sea difícil para muchos, pues el
ser humano está acostumbrado a guiarse por lo que ve, toca o siente y cuando
adoramos a Dios no Lo vemos, tocamos o sentimos, pero tenemos certeza de que Él nos oye.
Esto es sólo posible a través de la fe,
ella nos da la condición de tener una relación con Dios, basado en la
inteligencia y no en las emociones.
Entonces no piense que al recibir el
Espíritu Santo usted tiene que sentir algo, llorar o reír, sino tener la fe en
la Palabra de Dios que le da certeza, esto es el culto racional que agrada a
Dios.
Espero haber ayudado a aclarar ese pensamiento
erróneo de muchos.
¡Sigue en la fe!
Lea los
artículos anteriores sobre este pasaje:
-
El agua- El confrontamiento
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