martes, 8 de julio de 2014

Amor Incondicional


Hola amigas, ¿Todo bien? Ya pasamos la mitad de los 40 días del Ayuno de Jesús, ¿Cómo ha sido para ustedes? Para mi esta siendo la mejor cosa del mundo, he oído a Dios más que nunca, ¡mi espíritu está fuerte! Lo mismo tiene que suceder con ustedes mis lindas, entréguense de verdad, y sólo tenga ojos para nuestro primer y único amor, el Señor Jesús.

Hoy les quiero contar algo muy interesante y algo en lo que Dios ha llamado mucho mi atención. Me gustaría que ustedes pensasen conmigo en esta escena: Un marido, muy dedicado y cariñoso, que ama mucho a su esposa, le da a ella todo lo que ella quiere y precisa, es el marido perfecto, ideal, el que toda mujer le gustaría tener. Sólo que esa esposa, se siente insatisfecha en la relación, quiere adrenalina, una aventura, conocer cosas nuevas, y las cosas del mundo le comienzan a llamar su atención. Ella entonces, comienza a salir, a conocer hombres jóvenes, comienza a experimentar los placeres de este mundo y traiciona a su marido. El marido  descubre la traición y todas las cosas erradas que ella estaba haciendo, queda muy triste, angustiado y hasta llora de dolor, pero decide perdonarla  y la acepta de nuevo. Pero la esposa no se conformaba con esa vidita de esposa, ella aún nutría aquel deseo dentro de ella por el pecado, por las cosas erradas, no conseguía entregarse por completo en relación a su marido.  Y una vez más, ella sale de casa, ella traiciona su marido y lo abandona volviendo al mundo. Ella luego regresa a su marido y él la perdona siempre, y eso sucede varias veces. Chicas, eso es indignante, ¿no lo creen? ¿Qué harías si fueses la esposa traicionada? ¿Qué harías si su marido volviera pidiendo perdón arrepentido, diciendo que nunca volvería hacer eso? ¿Lo aceptarías de nuevo, aún sabiendo que él estuvo con muchas mujeres? ¿Que se acostó con muchas de ellas? ¿Qué harías? Voy a dejar mi comentario allá abajo también y me gustaría leer el suyo, ¿ok?

Bueno, por una última vez, esa mujer, iludida por el brillo y los placeres de este mundo, volvió a caer en adulterio, pero esta vez fue diferente, pues fue usada, abusada, pisada, humillada por hombres que sólo estaban con ella por una noche,  esta vez ella fue despreciada y tirada en la calle. Uno de los hombres con los que ella había ido a vivir, ya cansado de ella, decidió venderla como esclava, a fin de cuentas, ella era bonita y joven aún, valía por los menos  unos 50 dólares. Pero cuando fue colocada a la venta, ni 50 dólares querían dar por ella, pues sabían que era infiel, impura, que ya había estado en la cama de muchos hombres y no valía esos 50 dólares.  Pero, su marido, sabiendo que era ella que estaba a la venta, fue y pagó un altísimo precio por ella, tanto que muchos lo llamaron de bobo, loco y que no sabía lo que hacía,  ¿pues cómo  él  pagaría un altísimo precio por  alguien que no valía nada? Pero el amor de ese marido por su esposa era tan, pero tan grande que él no se importó con todo lo que ella había hecho, simplemente la perdonó, cuidó de ella, le dio una nueva vida, y la amó incondicionalmente hasta el fin ¿Qué crees acerca de la historia de este hombre? ¿Media descabellada? ¿Irreal? ¿Un hombre más bobo que ese no existe? Pues así es amiga, ese hombre sí existe. Lea  conmigo este versículo “Porque el que te hizo es tu esposo;  su nombre es el Señor Todopoderoso. Tu Redentor es el *Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra es su nombre! El Señor te llamará como a esposa abandonada; como a mujer angustiada de espíritu, como a esposa que se casó joven tan sólo para ser rechazada.” Isaías 54:5-7


Entendieron amigas, ¿de quién es la historia que escribí? Ese es el amor incondicional de Dios hacia nosotras. ¿Cuántas veces erramos, pecamos y Él con Su infinito amor nos cubre siempre con ternura y está siempre listo para perdonarnos y aceptarnos como somos?  No importa lo que hagamos, cuánto el diablo nos pueda acusar, Dios siempre está con Sus brazos abiertos esperándonos para darnos el perdón y ese amor incondicional, por eso Él se sacrificó por nosotros, pagando un precio alto, y ahora Él sólo espera que vayamos hacia Él.  Amigas les dejo una pregunta para ustedes: ¿Qué estas dispuesta a sacrificar por Jesús? ¿O aún eres como la esposa de la historia, deseando las cosas del mundo? Piensen en eso, ¿ok? Y dejen aquí abajo lo que piensas de esta historia. Un beso grande a todas.  Lean el Libro de Oseas para entender mejor.
Juliana Furucho

1 comments:

Anónimo dijo...

Hola swnora juliana, cuando estaba leyendo esta historia me acorde exactamente de la historia de oseas, gracias por compartir, muy fuerte esta historia, que Dios la bendiga

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...