jueves, 12 de junio de 2014

Volví, pero me sentía indigna


Bien, dando continuidad al tema de la semana pasada, voy a compartir con ustedes mi experiencia de cuando yo regresé. Yo tenía consciencia de que había desagradado a Dios, por eso seré eternamente grata por la sangre de Jesús.
Pero después de algunos años apartada, yo tenia un nuevo problema, me sentía indigna de servir a Dios, me sentía no capacitada para ello. Yo no tenía la certeza de que algún día encajaría, o si encontraría mi lugar. La mayor parte del tiempo me sentía como una mujer intentando hacer parte de las "vírgenes puras".
Confieso que me fue muy dificil, hasta liberarme de esos sentimientos que me esclavizaron por tanto tiempo, de ahí es que hoy tengo bronca de todo lo que es sentimiento pues me esclavizaron durante mucho tiempo, hasta que Dios se reveló para mi y pude conocer Su Amor incondicional y el valor de Su sangre por mi en la cruz.
Cuando pude ver que no era la única que pasó por aquella situación, y que había alguien como yo, ¡mi corazón saltó dentro mio! ¿Y sabes por qué? Porque si aquella persona había vencido, ¡yo también podía vencer! Si Dios había luchado por ella, entonces Él podría hacerlo por mi también.
Mi corazón fue purificado y mi mente renovada a través de lo que fui aprendiendo en Su Palabra, ¿recuerdas cuando hable que la Palabra de Dios es instrumento de restauración? ¡Ella me restauró y me hizo verdaderamente libre!
Fue la primera vez en mi vida en la que yo estaba siendo transformada de adentro hacia afuera, un proceso doloroso pero tan placentero.
Amiga, si crees en Dios y le obedeces, Él va a redimir tu pasado y a utilizarlos para la gloria de Su reino.

Permanecer en la palabra de Dios es completamente esencial para la cura. Muchas no serán curadas porque corrieron a beber de las aguas contaminadas--- la sabiduría del mundo--- en vez de ir tras las aguas vivas, Jesús Cristo, y la Palabra de Dios.
El pecado cometido, por nosotras o contra de nosotras, ensucia y perjudica la imagen de Dios. La restauración de esa bella imagen y semejanza de Cristo viene cuando somos transformadas por la Palabra de Dios. Vi eso en mi vida y en la vida de muchas personas.
Algunas de ustedes demoran en entregarse totalmente, pero mi amiga, ¿donde encontraría la cura cierta para sus heridas? Si el Dios que te creó y te cubrió de amor no puede curarte, ¿cómo podrá hacerlo un simple ese humano?
Y querida, si aún no lo hizo, aún sabiendo cómo hacerlo, ¿no te gustaría presentarte a Dios ahora, sin restricciones, sin reservas? Como ya dije, la cura se inicia con la confianza, y la confianza surge del conocimiento de la Palabra de Dios.
Y todo eso nos lleva a Romanos 12:2, donde Dios nos dice: "No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

Corra para los brazos de Jesús hoy mismo y rindase por completo, puedes tener certeza que su proceso se iniciará, aquel proceso de cura y restauración que traerá como consecuencia su nuevo nacimiento.
¿Ya paró para pensar que mañana puede ser usted la que este aquí compartiendo sus experiencias?  Tu pasado o hasta tu presente, por más difíciles que sean, no se comparan a la gloria futura, ¡aférrese a Jesús hoy!
Si te ayudó o si viviste alguna experiencia, deja aquí tu comentario, ¡¡así ayudaremos a otras!!
Para el próximo post compartiré con todas ustedes mi experiencia con la maternidad, al final veré si aprendieron a esperar jaja.
Pero quiero comentarios ¿ok?
Besos dulces
Catia Rubim

1 comments:

Anónimo dijo...

Hola Señora es la verdad Jesús tiene tanto para brindarnos por eso debemos dar siempre lo mejor para El.Dios la bendiga

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