domingo, 23 de marzo de 2014

¡Utilice el látigo!



Cuando se aproximaba la Pascua de los judíos, subió Jesús a Jerusalén. Y en el templo halló a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, e instalados en sus mesas a los que cambiaban dinero. Entonces, haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos del templo, juntamente con sus ovejas y sus bueyes; regó por el suelo las monedas de los que cambiaban dinero y derribó sus mesas. A los que vendían las palomas les dijo:
—¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado?
 Sus discípulos se acordaron de que está escrito: «El celo por tu casa me consumirá.»    Juan 2:13-17

¿Cómo es que  Jesús, un hombre tan manso y educado, tomó aquella actitud de ira?
 Usted puede estar pensando, ¿pero qué tiene que ver esta palabra conmigo?, yo respeto la casa de Dios.
Nosotros somos el Templo de Dios, por ese motivo no podemos permitir que haya desorden dentro de nuestro interior; no podemos permitir que sentimientos, preocupaciones o pensamientos contrarios a la fe se alojen en nuestro interior, o que las cosas del mundo invadan nuestro ser.

Y debemos actuar con rapidez y fuerza contra todo lo que no proviene de Dios o que ensucie el Templo (nuestro interior), dejándolo impuro. Así como Jesús uso de su fuerza, y tomó una actitud inmediata, es así que también tenemos que usar de la violencia para arrancar del interior todo lo que no sirve.
De qué sirve aparentar si el interior está desordenado, sucio, y lo peor de todo es permitir que continúe así. El templo seguía siendo templo, pero cuando Jesús entró no le gustó lo que vio.
Como leemos: “El celo de tu casa me consume”, el celo por cuidar de nuestro interior y mantenerlo puro, también nos debe consumir. Teniendo esa conciencia, que un Templo impuro no agrada a Dios.
No podemos ser buenas o mansas con el mal, sino atacar con fuerza, el mal debe dejarnos irritadas, incomodadas, no lo podemos soportar, así como Jesús no soportó que el templo estuviera impuro.

Y usted, ¿va a usar el látigo o continuar con las plumas?

1 comments:

Marie dijo...

El celo por tu casa me consumira.... muy fuerte esa parte, debemos cuidar nuestro interior ya que nosotros somos templo del Espiritu Santo, cuando algo o anda bien debemos ser drasticasmar con nosotras mismas y tomar una actitud de ambio

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