Empiezan
a soñar con el día de su boda, con la luna de miel, con su casa, hasta con el nombre de sus hijos.
Puede
que ella lleve saliendo con su novio apenas unos meses, pero todos esos
pensamientos y proyectos ya hacen parte de su vida.
Y
así empieza a creer que él tiene todo lo que ella escribió en la lista del “hombre
de sus sueños”, que es su alma gemela, todo lo que ella siempre quiso. Resumiendo,
usted proyecta su hombre ideal en una determinada persona y cree que es real.
Todos
los cuentos de príncipes y princesas que leyó de pequeña, incluso las películas
románticas que ve, hacen que cree una fantasía sobre el hombre perfecto, como
si existiese un ser humano perfecto. A medida que van profundizando en la
relación, descubre que él no es todo aquello que ella soñaba, y viene la
decepción y el desencanto.
Gastó
tanto tiempo haciendo planes sobre ese joven y ahor descubre que no existe.
Lo
mismo pasa en relación al sexo, la mujer como es emotiva, se imagina ese día
como algo muy especial, único y se entrega por amor. No se trata de algo
físico, ella lo ama y cree que él piensa igual.
Veamos
ahora como funciona la mente del hombre. El es totalmente visual, no necesita
amar o sentir algo por una mujer para que tenga relaciones con ella.
Si
la mujer se insinúa o enseña más de lo debido, ya es suficiente para que él se
sienta atraído por ella y la desee.
Vamos
pensar, si usted compra ropas que dejan muy poco a la imaginación, está proyectando en los hombres una
idea equivocada sobre usted. Y cuando se encuentra con él, sin que salga
ninguna palabra de su boca, le está
diciendo “mira mi cuerpo, es bonito. Me puse está ropa escotada para que
vieras, ¿qué es lo que quiere?”
Es
duro oír esto, pero es la verdad, ella consigue llamar la atención del joven con
su físico. Como él es visual, él consigue
lo que quiere trabajando en sus emociones, “eres muy bonita. Nunca vi a alguien tan bonita como tú. Eres
la mujer que cualquier hombre soñaría tener.”
Y
con esta clase de conversaciones, cuando se da cuenta, él ya consiguió lo que
quería.
Así
que cada vez que salga con una minifalda, una blusa enseñando su barriga, un
pantalón corto o un escote acentuado, no se enoje si los muchachos sólo quieren
su cuerpo.
En
el noviazgo hasta la ropa es importante, y dice mucho sobre usted. Siempre que
vaya a ver a su novio, vaya bonita, bien arreglada, pero no enseñe más de lo
que necesita ver.
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