¡Es tan difícil educar a mis hijos!

Hola queridas ¿todo bien?
Cada semana, un nuevo aprendizaje, yo como madre y como hija  me incluyo en cada uno de ellos. Pues quien no está listo para aprender, ¡nunca estará listo para cambiar!
Leyendo algunos comentarios, atendiendo a algunas madres, he percibido las confusiones y dudas que muchas cargan.
Pues parece que educar a un hijo en este mundo se está tornando cada vez más difícil y las madres quedan perdidas,  pues si por un lado se parece ser muy exigente, por el otro parece muy permisiva ¿no es así?
Interesante es lo que la Palabra de Dios nos dice al respecto; que los hijos deben honrar a sus padres y por el otro lado ¡los padres no deben provocar a sus hijos!
Lea la Palabra completa que está en ( Efesios 6:1-4).

Aquí podemos analizar que ambos tenemos derechos y deberes, y que una vez respetados, las relaciones pueden brillar.
La personalidad de un niño o adolescente es muy delicada y los padres pueden abusar de su autoridad, usando ironías y ridicularizando al niño, no darle créditos, en fin muchas otras cosas que podría citar aquí.
Nunca se olvide que el exceso o ausencia de autoridad provoca ira en nuestros hijos, o hace a los niños ser desanimados o desinteresados.
Cada niño precisa ser respetada en su individualidad.
Trabaje en la relación con sus hijos antes de dictar reglas.
Si nuestros hijos no ven en nosotros personas creíbles, amigas, ellos nunca entenderán nuestras imposiciones, por eso debe explicar a su hijo el por qué detrás de un "no", pues necesitamos con insistencia hacerles entender que cada decisión que ellos toman tienen una consecuencia, por eso es que precisan estar preparados para asumir las consecuencias de las mismas.
Es importante y fundamental educar con amor, el amor es la palabra primordial para que tengamos éxito en la educación de nuestros hijos.
Si nuestra fe en Jesús no es capaz de cambiar nuestra relación con nuestra familia, entonces no es una fe verdadera.
El diálogo inteligente nos hace ganar a nuestros hijos.
Nunca está de más invertir en nuestras relaciones.
Deje aquí su comentario ¡sea participativa!
La próxima semana continuamos...
Besos dulces
Cátia Rubim