Recientemente leí un artículo sobre lo que trae alegría y satisfacción
a las personas. Un estudio, hecho con niños pequeños en 2012, mostró que los
niños prefieren dar que recibir. Fue pedido a un grupo de niños que diesen su
merienda para el otro niño. El grupo que dio su merienda mostró más alegría por
compartir lo que tenían, demostrando así que el acto del sacrificio personal es
recompensador.
El simple acto de ayudar a una persona ya trae grandes beneficios,
como usted misma puede leer en los estudios ya hechos. Los especialistas dicen
que todos nosotros somos inherentemente compasivos.
En otro estudio que leí del site de la Forbes, la lista de los empleos
en donde las personas son más felices, voy a citar apenas 5, son:
*Religiosos – los menos mundanos son los más felices.
*Bomberos
*Fisioterapeuta
*Maestros de educación especial
*Maestros
Aún en otro estudio hecho, para un grupo de personas fue dado 5
dólares para que comprasen algo para otra persona, mientras que al otro grupo
la persona compraría algo para ella misma. El grupo en donde los integrantes
compraron un regalo para otra persona, quedaron mucho más felices y realizados
que el otro grupo que compró algo para si mismo.
Lo que quiero decir con toda esa información es que Jesús ya nos
enseñó eso hace muchos años atrás, en este versículo: “Más bienaventurado es dar que recibir.” Hechos 20:35
Noten que lo que los estudiosos afirman es que, ayudar al prójimo, dar
de su tiempo a favor de otra persona, trae más alegría que tener un salario
exorbitante. El simple hecho de dar, de ayudar, de extender la mano puede darte
más alegría y satisfacción que retener todo para si mismo.
Ahora, trayendo eso para nuestra vida cristiana, cuando nos disponemos
para ayudar al prójimo en una evangelización, hablando de Jesús, trayendo
alguien a la Iglesia, ayudando en algo, o hasta dando una ofrenda para la
salvación de almas, nuestro interior se alegra, se renueva, y solo en saber que
una alma fue salva del infierno, que la vida de esa persona que estaba en el
borde del precipicio, hoy está cambiada,
yo te puedo afirmar que no hay nada que nos llene más de alegría que esos
testimonios. Por eso, nosotros, esposas y pastores, decidimos dejar todo para
tras para ganar almas y somos los más felices por eso. Nuestro más grande placer
es ayudar, extender la mano, ¡hablar de Jesús! Ahora, si usted no tiene el
deseo de hacer nada por nadie, solo piensa en usted misma, solo se importa con
su vida y nada más, entonces, sepa que usted está perdiendo una gran
oportunidad de tener una vida más feliz y bendecida. No piense que resolviendo
sus problemas o conquistando el mundo usted tendrá más alegría que salvando un
alma, porque no es así. Entonces les dejo aquí mi invitación para que usted
esta semana ayude a alguien: lleve un periódico de la Iglesia para una persona,
hable de Jesús para su vecina, llame para aquel familiar suyo que está
sufriendo e invítelo a ir a la Iglesia con usted, en fin, haga aquello que
Jesús le está pidiendo hace mucho tiempo y quizás usted ha ignorado, pensando apenas
en usted misma. Recuérdese de este versículo siempre:
“Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles, porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me
disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis;
enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis. Apartaos de mí, malditos, al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me
disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no
me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.” Mateo 25:41-44 Que Dios las bendiga y hasta la próxima
semana. Kisses
Juliana Furucho
1 comments:
Es verdad que dar es mejor que recibir cuanto más hablar de Jesús para mi prójimo, uno siente felicidad ,satisfacción de estar contribuyendo con un granito de arena para el Reino de los Cielos.
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