miércoles, 17 de diciembre de 2014

Duele, ¿verdad?



¿Alguna vez tuviste que dar tu zapato preferido? Aquél que más te gusta, pero no lo puedes usar pues hace que duela tu dedito del pie.
Como es lindo, tardas para darlo, te gusta verlo en el armario cada vez que entras, no puedes imaginarlo en otro pie que no sea el tuyo.
Pero en realidad, él no sirve, sólo está ocupando espacio.
Mientras insistes en usarlo, tu pie empeora y las heridas aumentarán.

Muchas veces sabemos que debemos deshacernos de algo, y aunque nos resistamos, sabemos que tenemos que abandonar tal cosa.
Tal vez tienes que renunciar a una amistad que te lleva a malos caminos, quizás tengas que cambiar algo en tu carácter que no agrada a Dios. Incluso dejar a tu novio, que crees que es el amor de tu vida, pero en verdad ha sido una piedra de tropiezo para tu fe.
Quizás tendrás que cambiar totalmente el rumbo de tu vida, para así agradar a Dios.

¿Verdad qué duele? Pero es la única solución, deshacerse de lo que no sirve, porque consume tu fe y tu energía y trae heridas dolorosas.
No pierdas más tiempo, no te aferres a algo que no tiene futuro, no sientas miedo de dar.

1 comments:

Anónimo dijo...

Es muy cierto si queremos agradar a Dios ,tenemos que renunciar a nuestro "YO" , y a todo lo que nos aleja de nuestra Fe ,nuestra vida tiene que estar en el Altar

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