Dos esposas de pastor estaban sentadas, una junto a la otra, arreglando los pantalones de sus maridos.
Una de ellas le dijo a la amiga: “Pobre Juan, está muy desalentado en el trabajo de la iglesia. Hace algunos días me dijo que pensaba renunciar y entregar su cargo. Parece que nada va bien y todo le sale mal”.
La otra respondió: “Lo lamento por ustedes. Mi marido ha dicho exactamente lo contrario. Ha sentido cada día más intimidad con Dios, como nunca había experimentado antes”.
Un pesado silencio alcanzó a aquellas dos mujeres, que continuaron con los remiendos, pero sin cambiar una palabra más.
Una de ellas estaba remendando las rodillas del pantalón de su marido y la otra, la parte trasera.
Autor desconocido
¿Entendió la historia?
6 comments:
Muy interezante sra ummm
Que uno se la pasaba sentado sin hacer nada, mientras el otro pastor buscaba, oraba y clamaba mucho tiempo de rodillas??
MUY FUERTE TENEMOS QUE TENER UNA COMUNION INTIMA CON DIOS
MIENTRAS SE ESTÁ EN COMUNIÓN CON DIOS NO HAY CANSANCIO...
Muy fuerte...!! Humillemonos para que Tengamos una comunion con Dios... remendemos nuestras rodillas...
Muy fuerte...!! Humillemonos para que Tengamos una comunion con Dios... remendemos nuestras rodillas...
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