Llegó el gran día en que les
revelaré cómo vencer la timidez. Quien leyó el post anterior ya sabe cómo vencí
los complejos, y hoy hablaremos de la
timidez que molesta a tantas mujeres.
Desde niña nunca me gustó ser el
centro de las atenciones, siempre preferí escuchar antes que hablar, no sé a
qué se debía y no veía eso como un problema, al final en mi familia todo estaba
bien y también tenia amigas, no era un caso drástico.
Ya mi hermana era la habladora de la familia,
entonces no había preocupaciones, mi timidez no molestaba a nadie, hasta porque
en casa me sentía súper en confianza cuando estábamos entre amigos, mi hermana
llenaba el ambiente y yo no necesitaba salir de mi cápsula, me sentía cómoda
allá, tal vez pensaba en mi subconsciente:
“ella es mi representante, es extrovertida,
graciosa, hace que las personas se rían, y yo permanezco quietita y listo”.
En la escuela me
comportaba de la misma manera, yo era oyente y las demás las que hablaban, sólo
que en determinado momento la timidez comenzó a molestarme, situaciones que fui
viviendo y viendo que a causa de la timidez yo perdía oportunidades, no sobresalía, comencé a
quedar incomodada con aquello, pero no sabia cómo vencer.
Después que comencé a
servir a Dios, conseguía normalmente evangelizar y atender a las personas en la
iglesia, pero cuando estaba en grupo o en una reunión de obreros y después
pastores, allá aparecía ella, la importuna timidez. ¿Esto te dice alguna cosa?
Mi corazón palpitaba más fuerte, un frío en mi estomago, la voz temblando,
mejillas coloradas, y mis amigas, eso me llegaban a irritar.
Como ustedes pueden imaginar, esto
me molestaba, y comencé a ver eso como un problema, no me gustaba ser así ¿Como
Dios me iría a usar más si la timidez me molestaba y muchas veces me impedía actuar?
¡Necesitaba hacer algo
al respecto! Comencé a orar en esa dirección, oraba mucho, pero no veía grandes
resultados, hasta que conseguí mirar la solución: vencer la timidez no depende
de oración y sí de actitudes, y por mí tenía que vencer, Dios estaba conmigo,
pero yo necesitaba ir contra aquello, actuar en contra mi manera de ser, hacer
algo diferente, desafiarme.
Hoy puedo decir que es
una etapa vencida, no es que soy una persona súper extrovertida, pero la
timidez ya no me impide de actuar, no hay nada que deje de hacer, ella no es un
problema para mi.
Entonces amigas, por
experiencia propia les digo, ¿quiere vencer la timidez? Haga algo diferente,
tome iniciativas, nunca diga “no soy capaz” o “no consigo”, muestre su fe, eso
es vencer los desafíos. Usted debe orar, pero no se olvide de tomar actitudes,
para no perder oportunidades. La diferencia no está en si eres tímida o no, y
sí en su vences la timidez en cada situación.
Y tal vez pensaste que te iría a
dar una fórmula mágica de cómo vencer la timidez ¿no es así? Algo más fácil, en
lo que no tuvieses que hacer tanto esfuerzo, ni salir de la zona de confort.
Pues eso seria muy bueno, pero no existe, necesitas actuar.
Cuénteme de su experiencia y lo que harás al respecto. En el próximo miércoles hablaremos del miedo.
La foto abajo, yo con mi hermana Catia, ella es dos años menor que yo, pero por la cara da para ver quien mandava, verdad? kkk
Para leer es post de la semana pasada sobre complejos, que también tiene una foto chistosa, clique aquí!
2 comments:
Señora yo me identifique en su historia, yo soy a si y al igual me habia artado la situacion, pero no sabia que hacer o como , mas gracias por este consejo,me pondre a prueba cuando este en un medio con muchas personas
así es,la timidez es uno de nuestros peores enemigos,ya que muchas veces nos impide crecer y perder muchas oportunidades solo se lo logra vencer tomando una actitud y enfrentándolos,no es solo el querer si no tomando una actitud,no es fácil pero vale la pena.
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