domingo, 13 de abril de 2014

Yo vivía una mentira para aparentar que era feliz


Un día yo también me encontré sin ningún valor, y todo comenzó al saber que había nacido en un hogar totalmente desestructurado, que era fruto de una unión liberal, y que mi llegada al mundo no había sido planeada por mis padres.
Debido a esa condición en la que nací, no tuve oportunidad de conocer a mi padre, y mucho menos de convivir con mi madre.
No tuve un hogar fijo, y eso me obligó a vivir con personas diferentes. Conviví con familiares, parientes, amigos, conocidos, y hasta tuve que vivir con personas que nunca había visto en mi vida, y fue en esos cambios de hogares que experimenté varios tipos de abusos, pues era apenas una niña, y todos sabían que no tenia a nadie que me protegiera en ese momento de mi vida.

Otro motivo que me hizo sentir sin valor alguno, fue cuando a los 6 años fui a parar en un orfanato, pues las personas con las que yo vivía en esa época, se cansaron de cuidarme, fue ahí que me di cuenta de que me estaba convirtiendo en una carga pesada para todos, y una voz dentro de mi cabeza me decía que mi nacimiento había sido un error.
Así fui creciendo, junto con ese pensamiento, y cada día él era más constante y frecuente dentro mío, durante toda mi infancia yo apenas escuchaba palabras negativas a mi respecto, siempre me decían que yo seguiría el mismo camino que mi madre, que no conquistaría nada en la vida, y hasta me decían que yo también sería madre soltera en mi adolescencia, en fin, las palabras quedaban dentro mio y cada día yo le daba más crédito, y pensaba que no llegaría demasiado lejos en mi vida y que también estaba destinada al fracaso.

Debido a esa raíz, me torné una adolescente muy insegura de mí misma, y esa inseguridad me llevó a vivir una vida que no era mía. Fue así que en la escuela me hice muy popular, llena de amigos, siempre estaba sonriendo, quería mostrar a todos que yo era feliz y que mi vida era perfecta, y que a pesar de todo lo que me había pasado, nada de eso me había afectado. Pero en la realidad eso era una gran mentira, porque en el fondo yo no confiaba en nadie, yo no gustaba de nadie, lo que apenas existía dentro mío era odio y una gran sed de venganza.
La raíz de todo eso la comencé a sufrir con una profunda depresión, pasaba noches despierta, oía muchas voces, y cada día el deseo de morir era mayor, hasta que un día intenté suicidarme, haciendo un cóctel de medicamentos, pero gracias a Dios falló.
Y fue así que llegue a la Universal, invitada por una pareja de obreros. Yo estaba totalmente perturbada y sin ninguna expectativa de vida, pero fue aquí que descubrí que existía alguien que me amaba de verdad, al punto de haber dado Su vida por amor a mí, que yo sí era importante, ¡y que mi valor era muy alto!
Un tiempo después esa misma pareja de obreros, se convirtieron en mis padres adoptivos, entonces gané una familia, un hogar y pasé a tener buenos ejemplos a seguir.
Fue entonces que tomé la decisión de cambiar el final de mi historia, dejando de hacerme la víctima, decidí perdonar, aprendí a confiar, amar, me dejé ser amada, decidí ser diferente.
Hoy soy más que feliz, pues soy libre, estoy bien casada, amo vivir y supere el 100% de todos mis traumas de la infancia, hoy mi pasado es apenas una herramienta para ganar almas y glorificar el nombre de mi Señor Jesús.
 
Erica Paula

Participe del día Universal de la Mujer, 19 de Abril 2014, para mas información busque la Universal mas cercana a usted.

Aquí en Dallas: 325 W Saner ave a las 10 am


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