lunes, 30 de agosto de 2010

Mujeres de la Biblia en tiempo real: Rut y Noemí, testimonio


Aquellos parecían tiempos felices en Moab, Noemí tenía a su esposo, sus dos hijos y sus dos nueras.
De repente, la muerte llegó a su casa, perdió a su marido y luego a sus hijos, de un momento a otro, se vio sola y desolada. Imaginen el sufrimiento de esta esposa y madre, lo único que le quedaba eran sus nueras.
Ella insistió en que Orfa y Rut volviesen a la casa de sus padres, pues ella iba a regresar a Belén, su tierra natal. Orfa volvió con su familia mas Rut escogió seguir a la suegra y a su Dios.
¿Qué habrá visto Rut en Noemí que estaba dispuesta a dejar a su familia y su ciudad para seguirla?
Seguro era algo que ni ella misma podía explicar, pero nosotras lo sabemos muy bien: era la fe de Noemí en el Dios de Israel. Rut veía algo diferente en su suegra que la cautivaba y tenía placer de estar cerca de ella. Con certeza no era una mujer autoritaria y fastidiosa, su testimonio conquistó el amor de Rut que ahora la consideraba como madre.
Así partieron, confiando y refugiándose en los brazos de Dios, que bendijo a ambas. Noemí tenía a Rut para cuidarla, pues ya era avanzada de edad y no podía trabajar. Rut se casó con un hombre de Dios y fue muy feliz.
Rut tuvo hijos, imaginen ahora la alegría de Noemí siendo abuela, cargando un bebé en su regazo. Rut fue bisabuela del rey David del cual sigue la genealogía del Señor Jesús.
No es nada fácil lidiar con este tipo de sentimientos, la pérdida de un ser querido, el cambio drástico de vida, la sensación de sentirse sola, desprotegida y abandonada, a la hora de tomar una decisión pasan mil cosas por nuestra cabeza, el miedo a lo desconocido.
Parece que la persona se queda desorientada. Mas, ¿quién nunca pasó por alguna de estas situaciones?
Todas nosotras ya pasamos, pero siempre lo que nos ayuda a no permanecer paradas en el tiempo es el amor incondicional de Dios que cura todas las heridas y nos motiva a seguir adelante.
Cuando pensamos que todo está perdido, Dios nos muestra la luz al final del túnel.

4 comments:

Edimaury dijo...

Ciertamente, Dios nunca nos desampara. Tambien he pasado momentos difíciles, pero nunca ha faltado el apoyo inocondiconal de Jesús. Me refiero a que Dis coloca siempre a una persona a nuestro lado para demostrarnos que no estaremos solos y nos fortalece para seguir adelante. Es importante apreciar a todos los que nos rodean pues no sabemos que persona nos brindará su apoyo en los momentos que más lo necesitamos.

Anónimo dijo...

Es un ejemplo a seguir, por tantas dificultades que pasaron nunca desistiron en la fe, por eso debemos aprovechar al máximo las oportunidades que Dios nos da.

Yeslin Lisbeth Sigcha Florian dijo...

Buenos Dias Sra.

Dios es nuestro único consolador, sabemos que cualquier dificultad que pasemos, que enfrentemos El estará hay con su amor incondicional, y mostrándonos siempre una luz, una salida, una solución, jamas nos dejara sola, aunque en los momentos difíciles nos vengan mil pensamientos, o nos sintamos solas, hay es cuando el esta mas cerca de Nosotros y cuando mas debemos aferrarnos a El, este historia de Rut y nos Noemi nos deja una gran Enseñanza y es que en medio de todo Dios siempre va con nosotras, y siempre ha sido con todos, es solo dejarse guiar por los pasos del Señor Jesús.

Unknown dijo...

Noemi fue el ejemplo a seguir y con seguridad que Ruth vio en ella la confianza y el coraje de enfrentar la difícil situación.

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