Hola,
mi nombre es Vanessa y tengo 29 anos. Todo empezó con la separación de mis
padres. Me hice en una niña rebelde, isolada, y no me gustaba estar rodeada de mucha
personas. Aunque me sentía así, yo siempre quise ser aceptada por mi familia y
por otras.
Cuando
yo era niña, jugaba el juego "de la casita" con mis primos donde yo
era la mama y uno de ellos el papa; mis otros primos hacían el papel de niños. Yo
nunca dije a mi madre eso, porque no quería meter a mis primos en problemas. Ya
había empezado a guardar cosas adentro de mi.
En
mi adolescencia, me aislaba de las personas. Me vestía de forma " tomboy" porque no me
gustaba como me veía en el espejo. No me sentía satisfecha conmigo misma. En la
escuela, las muchachas me hacían "bullying". Una vez me dijeron que tenía
cara de perro con ojos tristes, y otras
que me decían que yo no podía ser amiga de ellas porque era fea. Eso afecto bastante
mi autoestima , y me hacía aislarme más. Mi familia también me criticaban. Me
decían,te estás poniendo gorda, o eres muy flaca.Yo trataba de cambiar, pero
cuando lo hacía, solo recibía más críticas. Yo viví mi adolescencia queriendo
agradar a las personas.
El
noviazgo en highschool fue doloroso, porque varias veces fui traicionada. Si yo
tenía novio fue porque yo iba tras ellos, yo no me sentía confiada para ser
buscada. Me sentía inferior a las otras muchachas, constantemente me comparaba
a otras; pensando porque yo no me veía tan bonita como fulana. Pensaba que quizás fue por eso que me
traicionaban. Como adulta esos sentimientos de desvalorización aumentaron cuando mi esposo, en aquel tiempo
era mi novio y me traicionó. Empezé a pensar que la otra mujer era mejor que yo,
en todo los sentidos. En mi mente me comparaba a ella. Trate de chantajear
muchas veces a mi esposo para que el se quedara conmigo, hacia cosas al extremo
para que el no me dejará.
Así llegue a la Iglesia Universal, con muchas
inseguridades, bajo autoestima, sintiendome desvalorizada. Por el proceso de liberación, y
con la ayuda y motivación de las esposas de los pastores empezé a cambiar. Ellas
me motivaban para tratar nuevos looks, estilos y me daban cumplidos que me
hacían ver lo bonita que yo era. Cambie mi look de tomboy, para un estilo más femenino,
pero no fue hasta que yo tuve mi encuentro con Jesús, que verdaderamente empeze
a mirarme con ojos diferentes. Dios me ayudó a ver que yo era hermosa, especial
y unica, y que no necesitaba esconderme por detrás de ropa grande. No fue fácil
el proceso de hallar mi estilo, pero lo encontré y continuo desarrollandolo. Ya
no necesito la aprobación de los demas para hacerme sentir bien. Dios me a hecho
sentir valorada, yo he reconocido mi verdadero valor, que soy hija del Dios
Altísimo y no hay nada mejor que eso.
1 comments:
Muy fuerte su testimonio señora!!! Yo me siento más que identificada con su historia, a mi también me costó mucho encontrar mi verdadero valor como mujer, solo despues que tuve mi encuentro pude saber lo especial y bonita que soy para Él, hoy, a diferencia de antes ya no me averguenzo de mi apariencia, pues se hija de Quién soy y sé cómo Él me ve: "mas valiosa que los rubíes". Un abrazo desde paraguay!!!
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