Había en la ciudad de Maón un hombre muy rico que tenía sus posesiones en Carmel, tres mil ovejas y mil cabras.
Sólo que él era malo, muy malo, su nombre era Nabal.
Él era duro y maligno en sus acciones, pero estaba casado con una mujer encantadora, su esposa Abigail era una mujer sensata y hermosa.
Ellos vivían en una tienda hermosa, pero Abigail no era feliz, los lindos vestidos, las joyas, las fiestas y las comodidades no podía substituir la compañía de un esposo cariñoso y comprensivo.
Por más que ella trataba de agradarlo, él era grosero y mal educado, ella hacia un esfuerzo enorme para apaciguar su carácter grosero y explosivo, pero parecia que nada le conmovía.
Una cierta mañana los dos estaban en su habitación, Nabal se arreglaba para ir al Carmelo y Abigail como todas las mañana hacia de todo para tratar de conversar y agradar a su marido.
"Nabal prepare un desayuno especial para ti, sé que regresaras tarde y quiero que estés bien alimentado", dijo Abigail graciosamente.
"No era necesario, puedo muy bien llevarlo para el camino", respondió el de forma muy cortante.
Pero Abigail siguió insistiendo en establecer una conversación, "Nabal, ¿crees que podríamos hacer un viaje, pasar tiempo juntos, nunca separamos tiempo para los dos, tu trabajas duro", dijo Abigail poniendo el café en la taza de Nabal.
"Déjate de absurdos, un viaje no te puede dar la comodidad que mi trabajo te da, vas a decir que no te gusta la vida con abundancia que te doy, no sé por qué a las mujeres les gusta quejarse demasiado," fue diciendo en voz alta y saliendo del cuarto sin por lo menos despedirse.
Abigail quedaba triste por sus actitudes, pero sólo le quedaba orar, ella no entendía por qué él era tan grosero y malo, se arrodilló sobre la cama y en sus ojos habían lágrimas.
Luego entro una sierva con quien tenia confianza y le dijo: "mi señora, no se quede asi, usted sabe como es el señor, pero él la quiere, mi señora."
"No creo que él me quiera Miriam, esto no es amor, quien ama no trata mal, trata bien, quien ama no es egoísta. Pero voy a estar bien, no te preocupes por mí. "
Miriam se retiró con todo el desayuno que Abigail había preparado para su marido y que el habia rechazado.
Cuando Nabal salió de su casa habían algunos amigos afuera, "Nabal, porque no haces un banquete? Podríamos hacer una fiesta para beber y divertirnos”.
"Hasta que no es una mala idea, por lo menos olvidaría algunas de las exigencias de mi esposa, pueden llamar a nuestros amigos, mañana vamos a tener un banquete".
Nabal preparo todo para subir al Carmelo cuando vio que le faltaba uno de sus siervos dijo: "¿dónde está el inútil de Rama?"
Uno de los siervos ya atemorizado respondió, "mi señor Rama está muy enfermo, su esposa mandó a avisar que hoy no podrá subir con nosotros el Carmelo".
"¿Cómo es? Bueno, avísenle que perdió su trabajo, no quiero hombres débiles trabajando para mí, ¿dónde ya se vio quedar en la cama enfermo? "
"Pero, señor, el necesita mucho de este trabajo, de lo contrario su familia pasara hambre", dijo el siervo con una voz temblorosa.
"Qué me importa, esta despedido y ya, no te atrevas a cuestionar mi decisión."
"Sí, señor, así lo haré."
Cuando Nabal llego a casa por la noche, Abigail lo recibió, "Nabal, has pensado en lo que hablamos esta mañana? Me harías muy feliz si aceptases mi propuesta ", dijo Abigail quitando la capa de su marido.
"Después pienso en eso, por ahora prepare un banquete para mí y mis amigos mañana por la noche."
"Pero Nabal...”
"Nada de peros, Haz lo que ordeno, yo mando y tu obedeces."
"Sí Nabal, así lo hare, voy a preparar lo mejor".
Abigail hizo todo con amor, la noche siguiente hicieron la fiesta, bebieron hasta caer y Abigail se quedó sola en la habitación.
(Continúa el próximo lunes)
4 comments:
Valeria Alvarado. Vnezuela- Zulia
Muy fuerte esta mujer pudiéndose levantar en contra de las actitudes de ese hombre, solo ella hace una cosa: ORAR... y es lo que muchas mujeres nos olvidamos.. la oración... Quizás el resultado no sea instantáneo pero de algo estoy segura.. Dios actúa...! esperando la continuación.. Muy bueno!
Muy bueno este capítulo, cuantas mujeres pasan por situaciones parecidas o quizás hasta menores que esta, y toman actitudes contrarias a las que tomó esta mujer, más la mujer de Dios confía en que El Dios al que sirve le honrará tarde o temprano, la respuesta de Dios llegará.. Saludos desde Venezuela
Muy bueno, es muy importante la oración en la vida de las personas, y principalmente en la mia! Yo probé de eso tuve una experiencia en la que solo tuve que orar y cuando más oraba peor era pero cuando Dios me respondió fue muy bueno. Todo lo que ese problema me hizo sufrir no se compara con todo lo que Dios me dio.
Hola soy Cecilia de Argentina, yo ya había leído la historia de Abigail, pero leyendo nuevamente de esta manera me di cuenta aun mas de cuan precioso era el carácter de ella, totalmente sumisa y siempre sirviendo con todo el amor y dando lo mejor aun no recibiendo ni un gracias a cambio y por el contrario, siendo despreciada por su marido. Ahora espero con ansias la continuación para seguir meditando.
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