¿Ya admiraste tanto a una persona, que deseaste ser igual que ella?
Prácticamente todos los seres humanos se espejan en alguien y quieren imitar todo de la persona que más admiran. Solamente que no cualquiera sirve como referente para nuestra vida.
¿Ya te diste cuenta de la cantidad de gente que se espeja en los famosos?
Sueña con ser igual que ellos en todo, en la manera de vestir, de actuar, incluso físicamente, llegando al punto de cambiar algo de su cuerpo para sentir que es igual a esa persona que ella tanto quiere.
Pero no se da cuenta que muchas veces se refleja en una persona que tiene el casamiento destruido, está perdida en el mundo de los vicios, tiene problemas con la justicia todo el tiempo, es motivo de escándalos, o sea, no es ejemplo para nadie.
Si tú deseas ser una persona de Dios, debes espejarte en personas que sean referentes de Dios en tu vida.
El Obispo Macedo y la Sra. Ester son, sin lugar a dudas mi ejemplo a seguir, pues puedo ver al Señor Jesús a través de sus vidas.
Son personas simples, amorosas, consideradas, lo que son en el altar de Dios son en la casa o en cualquier otro lugar.
Son personas verdaderas y sinceras que muestran el amor de Dios y por las almas, y sienten placer en bendecir.
Su fuerza y perseverancia son admirables, aprendo tanto con ellos.
Su fe valiente y su confianza en Dios me contagian a cada momento, siempre tienen una palabra de vida.
Los admiro y los amo por lo que representan en mi vida.
Ellos me tratan como a una hija y yo los quiero como a padres.
“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1
3 comments:
debemos imitar primero a Jesús y luego aquella persona que veo en ella la luz, tanto en su forma de ser como con las demás personas sea en su casa y trabajo. de verdad que mayor espejo que el obispo Macedo y la sra. Esther........=D
Que mejor espejo que el Señor Jesús! Debemos imitarlo día a día, segundo a segundo.Cuantos no terminan decepcionándose por reflejarse en personas famosas, que en definitiva nada tienen para hacernos felices. Por otra parte coincido con Ud. Sra. Tania, en que el Sr. Obsipo Macedo y la Sra. Esther son un ejemplo a seguir.
Es muy cierto, Jesús debe ser nuestro espejo
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