Castillo de Arena

Mis padres se casaron apasionados. Del fruto de su amor nacimos mi hermana y yo. Éramos muy amadas por toda la familia, pues éramos las mas chiquitas de los primos.

Sin embargo mis padres tenían problemas, los celos enfermizos de mi padre dañaban mucho el relacionamiento de los dos.

Constantemente discutían y pasaban varios días sin hablarse.

Todos los años teníamos la costumbre de salir de vacaciones en el mes de Agosto; parecía que en el mes de las vacaciones las cosas mejoraban un poco, mis padres siempre estaban alegres, se abrazaban, caminaban de manos dadas como si fueran dos enamorados.

Ibamos a una ciudad al norte de Portugal, de hecho, podíamos ver España del otro lado del río. Mi padre alquilaba una casa frente al mar y allí disfrutábamos del sol del verano.

Mi hermana y yo nos poníamos felices, el salir de la rutina del dia-a-dia, no estudiar, simplemente estar sin hacer nada, solo playa, sol y mar, era una delicia.

Nos divertíamos mucho; por las mañanas íbamos a la playa, nadábamos mucho, el mar era lindo y transparente, parecía una alberca, casi no tenia olas, jugábamos en la arena, todo que podíamos desear.

En la noche íbamos al centro de la ciudad comer helados, siempre había un grupo tocando y allí quedábamos por varias horas.

Todo parecía un sueño, pero de repente algo pasaba y el castillo se desmoronaba.

Mis padres peleaban por algún motivo y toda aquella felicidad era amenazada. El ambiente se transformaba de inmediato, mi padre se ponía serio y callado. Todo cambiaba.

Yo no comprendía por qué pasaba todo aquello, todo estaba tan bien. Por que no podía permanecer así? Yo me preguntaba.

Si nosotros seguíamos de vacaciones, el lugar era lindo, pero ya no era más la misma cosa; esperábamos que todo regresara a la normalidad, pero no era tan rápido como nos hubiera gustado. Siempre pasaba la misma cosa.

Eso era normal en nuestra casa, mis padres tenían problemas y no sabían lidiar con ellos, crecimos intentando ayudarlos a resolver sus propios dilemas siendo todavía unas niñas, pero las cosas no podían mejorar. Estaban bien por un tiempo y luego peleaban y eso nos dejaba muy tristes.

Este relato es parte de mi testimonio. Daré continuidad en el próximo articulo.

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