viernes, 11 de agosto de 2017

Mi historia 1: “Creando raíces”


foto: yo (izquierda) con mi hermana (derecha)   

Hola queridas, ¡hoy daré inicio a mi historia! Hablaré un poco de mi infancia para que usted comprenda las situaciones que viví más adelante.
Recuerden que no estaba aún en la iglesia, eso sólo sucedió a mis 16 años.
Yo recuerdo que era una niña feliz, tenía una familia que me amaba y me cuidaba muy bien, tenía amigos y no me faltaba nada, todo parecía estar en orden. Yo era una niña normal que sonreía, jugaba bastante, me sentía amada y protegida.
Mientras tanto, no todo era un mar de rosas. Mis padres tenían algunos problemas en su matrimonio y eso me afectaba, no me gustaba verlos molestos. Eso me traía inseguridad y miedo de que se separaran, en realidad sólo el hecho de pensar en esa posibilidad me dejaba aterrorizada, no podía imaginar vivir sin uno de los dos.
Cuanto comenzó la fase de mi adolescencia, entré con miedo de expresarme delante de desconocidos e insegura.
Parece que aquellos problemas me habían afectado más de lo que yo podría imaginar, en la realidad ellos comenzaron a influenciar en la manera que yo me sentía y en mi comportamiento. Yo buscaba ser una niña obediente, era estudiosa, nunca les di trabajo a mis padres.
Comencé a tener una postura de “apaciguadora”, si ellos peleaban yo intentaba intervenir, calmar los ánimos y mantener la paz.
Siempre hice de todo para ayudar a mi madre, hasta en los quehaceres de casa, yo no quería verla triste, en lo dependiera de mi ella no lo sería. Pienso que en mi subconsciente yo intentaba compensarla.
Hoy sé que mis inseguridades y miedos, que duraron hasta que conocí al Señor Jesús, resultaron de esa situación. Sin saber, ¡yo estaba creando raíces!
Recuerdo que en los meses de verano cuando íbamos de vacaciones eran mis preferidos, no sé por qué pero durante ese tiempo las cosas mejoraban entre ellos, parecían más felices ¡Era todo lo yo quería! Así la diversión era con fuerza, kkkk mi corazón quedaba más sosegado y me sentía más segura.
Yo no sabía  lidiar con los problemas, ningún niño sabe, ella apenas intenta adaptarse.
Pero algo estaba listo para comenzar dentro mío, lo que empeoraría la situación, ¡era como una nube negra sobre mí! ¡La adolescencia no llegó solita!
¡Hablaré de eso en el próximo post!



Yo con 2 o 3 años

Yo con 7 años






1 comments:

Unknown dijo...

Doña Tania usted no cambio nada su fisico siempre su tierno mirar y su linda sonrisa..

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