viernes, 20 de mayo de 2016

Ejemplo de siervo – Él no era egoísta ni celoso



 Cuando hablamos de egoísmo, pensamos rápidamente que como siervos de Dios no encajamos en esa condición, al final de cuentas damos nuestro tiempo y nuestra vida en favor de los demás.
Analizando las actitudes del Señor Jesús, observamos que en Él no existía siquiera ni una pizca de egoísmo.
Vea sólo:

“ -Maestro -dijo Juan-, vimos a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos porque no es de los nuestros.
-No se lo impidan -replicó Jesús-. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor de nosotros.
Marcos 9:38-40

Verificamos  un cierto egoísmo y celos por parte de los discípulos, tal vez por pensar que solamente ellos tenían ese derecho de servir y ayudar a las personas, a lo que Jesús contrarió contundentemente, al final  cuanto más siervos, mejor ¿Por qué limitar a aquellos que quieren contribuir con la obra de Dios? ¿Por qué pensar que yo soy la única que tengo condición para hacer determinadas cosas?

Pensemos en nosotras mismas, hagamos un análisis sobre este asunto, pues todo lo que queremos descubrir debe ser preguntado y respondido:

·      Cuando usted ve una nueva sierva siendo colocada en la obra ¿Usted queda feliz o eso no le gusta?
·      ¿Usted se siente superior que aquellos que no sirven a Dios o que tienen menos tiempo sirviendo?
·      Cuando observa a alguien recibiendo una responsabilidad en la obra de Dios ¿Usted se alegra o queda celosa?
·      ¿Usted tiene placer en bendecir a los demás, o quiere todo sólo para usted?
·      ¿Acostumbra a delegar las tareas o quiere hacer todo con recelo de que la otra persona sobresalga más que usted?
·      ¿Usted acostumbra a colocarse en el lugar de las otras personas? Parece fácil, pero en la práctica no es tan simple.
·      Cuando una amiga recibe un elogio, ¿usted queda con celos? Y usted ¿acostumbra a criticar o a elogiar? Eso puede ser a causa de los celos.
·      Cuando un compañero de obra es bendecido ¿Qué se despierta dentro de usted? ¿alegría o envidia, por creer que usted merecía aquella bendición?
·      ¿Usted piensa siempre primero en su bien estar, sus necesidades o consigue mirar las de su prójimo?
·      Cuando alguien se ofrece para ayudarle, usted deja para el momento o dice que no?
Pienso que las respuestas a tales preguntas le darán una demostración exacta de si usted ha sido egoísta y celosa o no.
En todo su ministerio, Jesús jamás mostró una actitud egoísta, Él contaba con todos los que estuvieran dispuestos a servir y ayudar al prójimo.
Todos pueden contribuir de alguna manera con la obra de Dios y todos son de igual modo importantes.
Si detectó algo contrario al comportamiento de Jesús, determine cambiar eso ahora mismo.
Pero ¿cómo? Usted pregunta…
Vigilándose a sí misma, mirándose, pues cuando estamos atentas a nosotras mismas podemos controlar y dominar nuestras actitudes y decidir qué hacer, hablar, pensar o sentir.
Dios bendiga a todas las siervas de Dios.

10 comments:

Unknown dijo...

Buenas tardes.
Sra tiene razon en este articulo debemos vigilar y cuidar... Muchas veces nos acomodamos por el tiempo que tenemos de iglesia, mas tenemos que ser humildes asi como lo fue el Sr JESUS.
Gracias.
Erika de Venezuela.

Anónimo dijo...

una casa dividida no prevalece asi que los siervos de Dios tenemos que ser unidos y solidarios unos a otros .

Unknown dijo...

Sra muchas gracias por los consejos que no menciona, porque esta en nosotras mismas el poder para cambiar siempre vigilantes a nuestras actitudes, las orientaciones recibidas las pondré en practica, pues tengo que madurar en mi fé

jessi lopez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jessi lopez dijo...

Señora voy a ser honesta, yo si encencontré que en algunas cosas estaba siendo egoísta y celosa. Ahora que me di cuenta voy a buscar cambiarlo.

Anónimo dijo...

Mucha razón son visitas muy pequeñas que muchas veces no préstamos atención pero como dice uno decide que pensar sentir hablar o que hacer

Anónimo dijo...

Tiene razón no tenemos que ser celosas y ni egoístas,por si a alguna obrera le dieron un nuevo cargo, porque hay una nueva obrera, todo lo contrario gracias a Dios que somos mas siervos para ayudar a las tantas personas sufridas

Anais Castro dijo...

Muy buen Post¡¡ es verdad tenemos que analisarnos bien minuosiosamente y ver si en nosotras no hay el celo en la manera de hablar, pensar algo de alguien o sentir envidia de los demas.

Anónimo dijo...

Hola Sra.muy bueno el post y la serie ejemplo de siervo es verdad todos pueden contribuir en la obra de Dios y todos son importante nadie es mejor que el otro y lo que principalmente debemos entender es que la obra es de DIOS y el sabe lo que hace.
Marcela Lopez.
Buenos Aires

Unknown dijo...

Todos tenemos el mismo valor delante de Dios ninguno es mejor que el otro, la obra es del Espíritu Santo.

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