miércoles, 30 de diciembre de 2015

¡No sé dónde colocar a mi hijo (a)!


Hola queridas ¿todo bien?
Hoy voy a hablar un poco de una dificultad de nosotras madres en los días de hoy, y en lo cual hemos errado muchas veces, cosechando así consecuencias; pero recuerden que nunca es tarde para aprender y ser mejores y de esas consecuencias, ¡hacer lo mejor!
Los días son muy corridos, son muchos los compromisos, la agenda siempre está llena, una ambición desmedida, y con todo eso, un estrés incalculable.
Pero con tantos compromisos y responsabilidades, ni nos damos cuenta de que nuestros hijos están dando señales de que están sufriendo con todo eso.
Oigo muchas madres diciendo "pero trabajo tanto para darles todo lo bueno" , pero ¿ya pensó qué es su "todo bueno" puede no ser lo "bueno" para su hijo? Al final, ¿queremos satisfacer nuestro ego o realmente las necesidades de ellos?
Pues así es... lo que realmente precisan nuestros hijos es nuestro tiempo, de nuestra atención y entrega. Claro que Nuestra obligación es suplir sus necesidades físicas, pues no podemos caer en el error de que eso es suficientes. 


Aunque además de la parte afectiva y espiritual, esa también es importante de igual modo.
Nuestros hijos crecen muy rápido, y cuando miramos para atrás nos damos cuenta de que nuestro tiempo e inversión con ellos eran de hecho lo más valioso que teníamos.
Pero ¿dónde estaba el tiempo para nuestros hijos?
A veces mi hijo quería jugar y no podíamos esperar, otras veces quería tomar el desayuno rápido en medio de mi correría, y no podíamos esperar ...
Ahí me di cuenta que yo estaba pasando esa correría para él, estaba por implantar mi agenda y mi tiempo en la vida de él.
Fue ahí cuando cambié mi sistema y pasé a despertarme mucho más temprano para organizar todo, sin pasarle a él esa correría, y al mismo tiempo evitar obligarlo a vivir mi ritmo de vida, el que yo elegí y no él. Pasé a despertarlo más temprano para que hiciera todo con calma y así disfrutáramos de aquellos preciosos momentos andes de que el se fuera para el colegio.
Camino al colegio yo iba orando por él, conversábamos, le decía cuánto lo amaba, cuán precioso él era para mi, y aún hoy sigo haciendo lo mismo.


Él ganó y yo también ¡pues mi día va mucho mejor!
He reparado que muchas madres son excelentes profesionales y dan todo en el trabajo (lo que no está mal) pero para sus hijos es todo una correría, nunca existe tiempo y nunca están disponibles para ellos. Madre, nunca se olvide que ¡el tiempo no vuelve atrás!
Nuestros hijos tienen vida, no son muñecos, no deben vivir de acuerdo con nuestros deberes y nuestras necesidades. Ellos tienen vida y necesidades propias, voluntades que deben ser respetadas.
Muchos niños están  con sus voluntades anuladas y sofocadas al punto de reventar, pues son totalmente manipulados sin tener derecho a exponer su situación.
Yo siempre que puedo coloco a mi hijo para que participe de todo, y él ama eso, por ejemplo: usted no tiene mucho tiempo debido a su situación profesional, cuando vaya a hacer las cosas de la casa, haga que el participe de sus deberes y le pida ayuda, o sea, envuelva a su hijo en sus deberes  y así hará que trabajen juntos, conversen, intercambien lazos de afecto y lo hagan sentir útil.
Por ejemplo, al final de la semana usted tiene su hobbie, ¡pero su hijo también!
Entonces, conversen para que los dos puedan disfrutar, llévelo al cine, en fin, haga algo que le guste aunque  a ti no te guste, haga el sacrificio por amor, por ejemplo: ami no me gusta para nada ir al cine, pero lo hago por mi hijo.
Entonces, todos los momentos que tenemos en familia son aprovechados al máximo.
Y ellos piden cosas tan simples, precisan de tan poco para ser felices, mientras que muchas madres piensan que harán a sus hijos felices si le regalan ropa de marca, y por ahí sigue... mientras que en la realidad el niño no precisa de eso para crecer feliz.
Un psicólogo muy reconocido en EEUU dijo algo que tengo registrado hasta hoy
"La barbie preferida de su hija es usted misma"
Es la pura realidad,todo lo que los niños precisan para ser verdaderamente felices y crecer seguras es tener la atención de sus padres.
Esta dedicación trae unión familiar, y enseña a los niños a tener valor y voluntades propias, así ellos crecerán sabiendo de los verdaderos valores y de lo que de verdad importa.
Invierta en lo eterno y no en lo superficial.
Su hijo es su primer alma.
Él va a crecer con los valores que usted le va a pasar.


"Levántate y clama por las noches, cuando empiece la vigilancia nocturna. Deja correr el llanto de tu corazón como ofrenda derramada ante el Señor. Eleva tus manos a Dios en oración por la vida de tus hijos"... ( Lamentaciones 2:19)


Si le ayudo, deje aquí sus comentarios, y siéntase a voluntad para dejar aquí temas de los cuales le gustaría  que sean abordados.
Y ya ahora, ¡aproveche el Ayuno de Daniel para priorizar a Dios e invertir en sus hijos!
Besos dulces

Catia Rubim

1 comments:

Martha P. Ceballos dijo...

♡¡Gracias Catia Rubim!♡
Yo necesitaba leer y hacer éste cambio. Ya el Espíritu Santo me cobraba ésto, el valorar a mi hijo y sus necesidades. Se que puedo permitir que Dios haga de mi una mejor mamá, dándole a Dios el primer lugar. Un abrazo grande!

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