Hola queridas amigas, ¿como
están? Que todas tengan una semana muy bendecida. Hoy, mis lindas, el tema es
muy interesante, ¿vamos a leerlo?
Quiero empezar haciéndote dos
preguntitas: ¿Qué es la humildad? Y, ¿Usted se considera humilde? Humm, así es
amigas, hablaremos acerca de esa palabrita mágica. Yo sé que muchas personas se
consideran humildes e incluso podemos ver muchas personas dentro de la Iglesia
que actúan y tienen carita de humilde, pero, ¿será que de veras son humildes?
Voy a contar para ustedes mi ejemplo, ¿ok? Yo me consideraba una persona
normal, no me creía orgullosa ni tampoco humilde, hasta que un día mi mamá me
dijo que era muy orgullosa, claro que en la hora no me importé. Pero, cuando
comencé mis primeros pasos en la Obra de Dios, fue ahí que comprobé que mi mamá
tenía razón ¿Y cómo lo noté? Primero, yo me inspeccionaba para ver en donde
necesitaba cambiar, pues quería agradar a Dios y no quería tener nada en mí que
pudiese entristecerlo. Segundo, pude ver mis reacciones cuando alguien me
reprendía, cuando veía a alguien hacer algo mejor que yo, cuando me decían cómo
hacer las cosas, cuando no aceptaba esto o aquello por creer que de mi manera
era mejor, cuando no pedía orientación por pura vergüenza de lo que iban a
pensar de mí… Caramba, ¡yo estaba siendo muy orgullosa y ni lo percibía! ¡Que
horror! Pero saben amigas, lo que me ayudó a reconocer y arrancar esa raíz
mala, fue el deseo de agradar a Dios y comenzar a mirar para mí misma. Ese fu
el primer paso para el reconocimiento de mi error, gracias a Dios por eso, pues
pude esforzarme y humillarme delante de Dios para cambiar. Pues sino, hasta hoy
estaría paralizada en el tiempo…
Ok, ¿pero por qué estoy
escribiendo sobre humildad? Porqué yo sé que, nosotros, hijos de pastores,
porque tenemos más tiempo de Iglesia, por tener papás pastores, el diablo puede
aprovecharse de eso para poner un cierto orgullo de que somos mejores que
alguien, que sabemos más, que ya aprendimos, que es muy vergonzoso pedir
orientación si ya tenemos un papá que es pastor, pues, ¿qué pensarán de ti? Y
etc. cosas que en realidad son trampas
del diablo para que dejemos de aprender aquello que Dios realmente quiere que
aprendamos. Y eso es para todo el mundo. Evalúese amiga, y vea si usted no está
teniendo actitudes de un orgulloso, como por ejemplo: no aceptas que te digan
nada; crees que ya aprendiste y que todo debe ser hecho como tu quieres; no te
gusta pedir ayuda, no pides orientación pues crees que es muy vergonzoso;
siempre estas demostrando que está todo bien, aunque adentro tuyo gritas
pidiendo ayuda; no te gusta que te corrijan, no aceptas ciertas cosas que el
pastor predica; y así en adelante… ¿qué otras características tiene un
orgulloso? Cuento con su ayuda en los comentarios, ¿ok?
Pero, el primer paso amigas,
para cambiar esa situación es el reconocimiento y como dije antes, poner a Dios
en primer lugar en su vida, pues así, buscarás en donde necesita cambiar para
agradarlo. Si eso no acontece dentro de ti no sirve, pues el primer paso para
vencer el orgullo es bajar la cabeza y mirar para usted misma. Después,
evalúese y quiebre ese orgullo dentro tuyo venciendo todos aquellos síntomas
que solo están retrasando tu vida. Y si amas a Jesús de verdad y él es el
primer en tu vida, entonces, lo harás sin tardar, pues amas tanto al Señor que quieres
agradarlo en todo. Recuerden amigas, que la humildad viene antes de la honra. ¿Qué te ha impedido de agradar a Dios? Un
beso grande y que Dios las bendiga mucha… Kisses
Juliana Furucho
1 comments:
No soy hija de pastor, pero me identifico con su testimonio pues estoy hace mucho años en la iglesia y muchas veces por vergüenza una no pide ayuda. Yo creo que no soy orgullosa y alguien ya me dijo q si soy orgullosa, ahora paro y miro lo q usted acaba de citar, y debo reconocer que solo las ganas inmensa de querer agradar a Dios puede ayudarme a salir adelante con mi vida, pues con el orgullo no he podido avanzar para ningun lado.
Publicar un comentario