Buscando la otra voz de Dios

Hoy quiero empezar con una pregunta para todas ustedes: ¿Cuántas veces Dios ya le mostró lo que Él quiere de usted? Muchas veces, ¿no es cierto? Pero lo que he visto y lo que infelizmente ha acontecido es que, muchas personas continúan buscando lo que Dios quiere de ella, sabiendo claramente que Él ya le mostró.

Pero entonces, ¿por qué continúan esa búsqueda? Porque la voz que oyeron, lo que Dios les pidió, no estuvo de acuerdo con lo que ella deseaba oír, pues en realidad ella quería escuchar de alguien lo que ella quiere que sea dicho, lo que agrada su corazón y su voluntad.

Amigas, no podemos ser así. Yo sé que muchas veces lo que Dios desea de nosotras en aquel momento, en aquella situación, no es fácil, como por ejemplo: pedir perdón, ceder, bajar la cabeza, tener buenos ojos hacia aquella persona que le quiere perjudicar, continuar confiando en Dios cuando nuestra voluntad es la de resolver el problema con nuestras propias manos, reconocer que estamos equivocadas… en fin, en todas las situaciones Dios nos muestra claramente lo que Él quiere de nosotras, pero, mucha de las veces lo que hacemos es tapar nuestros oídos y continuar la búsqueda por la respuesta que nos agrade. Aquí está el motivo de muchas lágrimas, muchos problemas no resueltos, muchas respuestas de oraciones no atendidas, todo por la falta de dar oídos a la voz de Dios. Así es, la verdadera voz de Dios y no la voz que queremos oír, la que agrada el corazón.

Mis queridas, vamos a ser sinceras con nosotras mismas, vamos aprender a oír la voz de Dios y aceptarla en lugar de quedar buscando en todo y en todos aquella palabra que va a alegrar su corazón, que será de acuerdo con su voluntad. Si lo que Dios quiere de nosotras en este momento es algo que va a dolernos, entonces esa es la voz que tenemos que oír, pues si va a doler, es porque Dios estará puliéndonos para que seamos una joya preciosa.

Recuerden que la voz del diablo es dulce y alegra el corazón. Claro que, cuando oímos la voz de Dios, a principio parece dura y difícil, pero después que la ponemos en práctica se vuelve una miel verdadera que endulza nuestra vida.

Pido a todas que dejen sus comentarios contando un poco de sus experiencias y compartan este mensaje con cuantas personas pudieren, pues ayudará a muchos, ¿no es cierto? Cuento con ustedes.

Cuanto a mi respuesta de las preguntas del post pasado, las voy a dejar en los comentarios del mismo post ¿ok?

Todas las semanas estaré sugiriendo un pasaje de la Biblia para que ustedes lean y hagan su meditación. Postearé aquello que Dios me mostró en la semana. Leí algo muy fuerte que me llamó la atención y pude ver a Dios hablando conmigo y tiene que ver con el post de hoy. Lean por favor 1 Reyes 13, el capítulo completo. Y después cuéntenos lo que Dios le habló ¿ok? Estaré poniendo mi respuesta en los comentarios.

Juliana Furucho