domingo, 19 de febrero de 2012

Mini Novela, Dina - La hija de un pastor

La noche estaba tranquila, el cielo se veía como una hoja de terciopelo azul oscuro y las estrellas brillaban como pequeños diamantes, lo que significaba que la noche era diferente.

Jacob, como de costumbre estaba sentado detrás de su tienda en compañía de sus hijos, a quienes les gustaba escuchar las historias que Jacob les contaba sobre su padre Isaac y su abuelo Abraham, todas las noches ellos disfrutaban esos momento.

De repente alguien se acerca gritando y corriendo en la oscuridad – “¡Señor! ¡Señor!” – Era Zilpa la sierva de Lea, la primera esposa de Jacob.

“Señor venga corriendo, ha llegado la hora, ¡Lea esta casi dando a luz!” - Dijo Zilpa.

Todos se levantaron y corrieron en dirección a la tienda de Lea, el alboroto era intenso, Jacob reía de alegría y levantaba las manos agradeciendo a Dios por otro hijo.

-“Por favor, déjenme pasar” - dijo Bilha, la sierva de Raquel, que era la segunda esposa de Jacob y hermana de Lea. –“¡Vamos, salgan del frente tengo que pasar con esta vasija de agua!”

Lea estaba acostada, y gemía de dolor, Zilpa y Bilha la ayudaban y la tranquilizaban.

-“¡Vamos Lea! ¡Tú Puedes, fuerza!” - Raquel se encontraba en la entrada de la tienda y mientras miraba a su hermana de lejos, paso sus manos sobre su vientre y pensaba: "Oh, Dios de Israel, algún día el Señor abrirá mi matriz y yo podre darle un hijo a mi amado Jacob"

Raquel abrió las cortinas de la tienda y salió corriendo. Jacob viendo a Raquel se entristeció por ella, pero la alegría que sentía por ser padre de nuevo era tan grande que no se movió del frente de la tienda de Lea.

- ¡Es una niña! ¡Es una niña! - Gritó Zilpa –“¡En medio de tantos hijos carecían la gracia de una niña!”

Los ojos de Jacob y de sus hijos se llenaron de lágrimas al oír la noticia del otro lado de las cortinas.

Todos se abrazaron y quedaron felices porque el parto salió bien.

Jacob entró en la tienda y su corazón se lleno de ternura cuando vio a su hija en los brazos de Lea. – “Gracias una vez mas por hacerme un hombre feliz dándome una hija” – Le dijo Jacob a Lea besándola en el rostro. Lea cerró los ojos y suspiró profundamente y en su interior agradecía a Dios.

Jacob tomo a su hija en sus brazos y no paraba de llorar – ¿Porque lloras Jacob? - Pregunto Lea – “¡Ella es tan linda, se parece a mi madre, Rebeca!

Y levantando la niña hacia el cielo daba gracias a Dios.

¡Dina! - Dijo Lea - Así se va a llamar nuestra hija, ¡Dina! Porque mas una vez Dios ha juzgado mi causa.

Dina creció en un hogar lleno de amor y mimos, sus padres creían y servían al Dios de Israel.

Ellos le enseñaban la fe viva y ella creció feliz, tenía una familia bendecida, llena de amor y paz.

A Dina le gustaba correr por el campo, sentir el viento en su rostro. Su madre siempre estaba preocupada y gritaba su nombre cada vez que desaparecía entre los inmensos campos y las pequeñas dunas de arena que cubrían todo.

En la verdad, lo que ella quería es ir con sus hermanos, cuando ellos salían temprano para el campo, a pastorear las ovejas, pero no podía, ella era una niña y eso era un trabajo para los hombres, pero siempre trataba de seguirlos escondidamente, hasta que uno de ellos la descubría y la regresaba al campamento.

"Por favor, padre, cuéntame la historia de mi bisabuelo Abraham y de mi abuelo Isaac, cuéntame, cuéntame", dijo Dina jalando la túnica de su padre Jacob.

"Esta bien hija, siéntate aquí", respondió queriendo agradarla.

Dina prestaba mucha atención a lo que su padre le contaba, pensaba que era lo máximo y admiraba la fe y el coraje de su bisabuelo y cómo todo había sucedido.

Dina ve a sus hermanos a la distancia y salta de los brazos de su padre y fue corriendo al encuentro de ellos, ellos la levantaban y ella se sentía el centro de las atenciones.

Ellos hacían todo lo que ella quiera, después de todo ella era la única niña en la familia y todos la sobre protegían.

El tiempo pasó y Dina se convirtió en una linda joven, era inquieta, alegre y llena de energía, pero al parecer aquella rutina comenzó a molestarla.

Dina no podía soportar la vida tranquila y segura que llevaba, ahora quería algo diferente, c osas nuevas, nuevas emociones...

(Continuara el próximo lunes)

0 comments:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...