domingo, 18 de marzo de 2012

Mini Novela Dina - La venganza

Todo parecía bajo control, Hamor y Siquem aceptaron el acuerdo, pero los hijos de Jacob estaban tramando algo, era el honor de la familia estaba en juego, ellos no se mostrarían débiles delante de esta situación.

Jacob entró en la tienda de Lea y al mirar a Dina sus ojos se llenaron de lágrimas, realmente esto no eran los planes que tenía para su única hija.

Pero el daño ya estaba hecho, ahora Jacob tenia que encontrar una solución para la vida de Dina.

- Lea, el joven Siquem está dispuesto a ser circuncidado, no sólo el. Pero como todos los hombres de su familia y de toda la ciudad, ¡el ama a Dina! - Jacob dijo con una voz triste.

Dina al escuchar lo que dijo su padre, se quedó muy sorprendida, ella pensaba que el joven Siquem era de muy buena apariencia, pero cuando se acordó de lo que hizo su corazón se entristeció.

Pero Jacob, ¿y ahora? ¿Y Dina? – Pregunto Lea.

- ¡Dina se ira con Siquem y será su esposa! ¡Ya todo está resuelto entre Hamor y yo!

Jacob abrazó a Dina y le dio un beso. Dina apretaba el brazo de su padre y le pedía que la perdonara por todo lo que estaba sucediendo. Jacob le pasó su mano en el rostro y salió de la tienda.

Hamor aviso a todo el pueblo lo que tenían que hacer, parecía satisfecho en hacer negocios con Jacob, después de todo él era un hombre de Dios, bendito y próspero.

No era cualquier uno, era muy respetado, y para ellos fue un buen negocio. Convencerán a todo el pueblo que acepten la propuesta, asi que todos los hombres serán circuncidados entre ellos el príncipe Hamor y Siquem, su hijo.

El premio estaba a punto de ser alcanzado, Siquem no veía la hora de tener a Dina en sus brazos para siempre.

Mientras tanto, Lea preparaba a Dina para llevarla a la casa de Siquem.

- ¡Madre tengo miedo! – dijo Dina con cara de asustada.

¡Tranquilízate, hija mía! ¡Todo va a estar bien! ¡Él te ama y tú serás una buena esposa!

- ¡Pero él no es el hombre de Dios que dijiste que mi padre iba a buscarme! - Dina dijo llorando de arrepentimiento por lo que había hecho. Para ella, dejar a su pueblo le daba miedo, pero no tenía vuelta atrás.

Al salir de la tienda de su madre sus hermanos estaban esperándola a fuera, Dina estaba tan avergonzada que no podía mirarlos a los ojos y simplemente lloraba.

Simeón y la abrazó con fuerza contra su pecho, él no podía aceptar lo que le habían hecho a su hermana, todos los otros hermanos se unieron y se despidieron de Dina. Y así fue Dina acompañada por algunas de siervas y siervos de su a la ciudad de Siquem, rumbo hacia una nueva vida, que ella no podía imaginar cómo seria.

Simeón no se conformaba con lo que había sucedido y no se cansaba de repetir a sus hermanos que tenían que hacer algo.

-¿Hacer que Simeón? ¡Nuestro padre ya dio su palabra! - Dijo Rubén el hermano mayor.

-Pero Rubén, es el honor de nuestra hermana y el nombre de la familia - dijo Levi

- ¡Pero, qué más quieren, el joven se va a circuncidar y se casará con ella! dijo Rubén dando la espalda a sus hermanos. Y así cada uno de ellos regresó a sus tareas.

Pero algo terrible iba a suceder, aparentemente aquella paz estaba por terminar y convertirse en una tragedia.

En el tercer día cuando los hombres de Siquem, sintieron un dolor severo, dos de los hermanos de Dina, Simeón y Leví tomaron su espada, de forma inesperada entraron en la ciudad y mataron a todos los hombres, entre ellos al príncipe Hamor y a su hijo Siquem, tomaron a Dina y salieron.

Se escucho un murmullo en la distancia, Jacob salió para avisar lo que estaba sucediendo y se llevo una gran sorpresa.

Sus hijos regresaban de manos llenas con Dina.

-¿Qué hiciste? Ahora voy a ser odiado entre los habitantes de esta tierra vendrá contra nosotros y sere destruido, mi casa y yo- dijo Jacob a sus hijos.

-¿Abusaría el de nuestra hermana como a una prostituta?

¿Quién diría que un simple paseo curioso iría a terminar en tragedia y traer tantas consecuencias?

Así que Jacob tuvo que cambiarse de ese lugar y fue a vivir a Betel, y Dios no permitió que el pueblo lo persiguiese para matarlos.

Sin duda, Dina lamentó profundamente el día en que tuvo curiosidad por el mundo y fue en busca de nuevas aventuras, aprender cosas diferentes y hacer nuevos amigos.

El mundo es muy traicionero y malo, aunque no se quiera presentar de esta manera.

FIN

(Esta novela es basada en la historia de Dina, que se describe en Génesis 34)

3 comments:

Jessica dijo...

Asi es la vida puede ser muy injusta pero Dios nos da la opcion del perdon no es facil perdonar a alguen que nos iso muchisimo daño .Pero si no perdonamos cargaremos con el pecado de no perdonar y eso no puede ser bueno,En mi caso creo que la persona que mas me iso daño fue mi propio padre y yo no podia perdonarlo asta que conosi a Dios y me enseño que el perdon me iva a ser una mejor persona y opte por perdonarlo ahora asta tengo deseos de convivir con el y tengo paz Gracias a Dios por esta gran opotunidad.

jennifer rodriguez- caracas venezuela dijo...

Hola señora, he estado siguiendo la historia de Dina y es algo muy cierto, así sucede cuando queremos ir a conocer las cosas de este mundo, que aparentemente no tiene nada de malo, más lo que ya estuvimos en el mundo y sufrimos antes de conocer a Dios sabemos lo que este mundo tiene para ofrecer.

laura dijo...

señora es una gran eñseñansa. cuantos compañeros de obra sintieron curiosidad del mundo ,dejandose llevar por amistades,por amorios,o por el trabajo es lamentable pero al ver ese tipo de situacion uno se aferra mucho mas a Dios............. muchas gracias y que DIOS la bendiga...........

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