jueves, 31 de agosto de 2017

Mi historia 7: “La persecución”




Cuando nuestros familiares tomaron conocimiento de que estábamos yendo a la Universal, una gran persecución se levantó contra nosotros.
Recuerdo bien a mis tíos, hermanos de mi madre, ir a mi casa y hablar muchas cosas para que ella desistiera de ir a la iglesia.
Como pertenecientes a una familia muy religiosa y llena de tradiciones, para ellos era una falta de respeto que alguien rechace las enseñanzas recibidas de los padres y abuelos, y comenzar a practicar algo totalmente diferente ¡Era una real traición!
En la realidad, lo que ellos no conseguían ver era la ignorancia espiritual en que vivía. ¿Pero cómo hacerlos entender eso?
La religión hace eso con las personas, ellas quedan esclavas de las costumbres, presas a las enseñanzas ancestrales que no tienen base bíblica, pero que para ellas es todo. Aquello queda tan enraizado en ella que no permite evaluar el origen o fundamento de todo lo que aprendieron ¡Es aquello y punto final al párrafo! No hay lugar para cuestionamientos.
Yo quedaba sólo escuchando, como adolescente no interfería, pero mi madre se mantuvo firme en su elección. Ella tenía paciencia para explicar según la Palabra de Dios, en aquello que era confrontada, aunque sin éxito. Ellos ni se esforzaban para entender, ¡siempre repetían las mismas cosas!
Todos quedaron contra ella, ¿cómo podía negar todo lo que los padres le enseñaron, negar la religión de la familia, abandonar todas las tradiciones? Eso era un absurdo sin precedentes, pensaban ellos.
Por eso es que, quien acepta al Señor Jesús en su vida, con certeza va a ser perseguida y hasta calumniada, pues el mundo no acepta la Verdad, el mundo está preocupado con las apariencias, no en conocer la verdad del Evangelio ¡Si tan solo leyeran la Biblia!! Pensaba yo.
Para fortalecer aún más su postura, mis tíos hicieron que la noticia llegara al tercer hermano, un tío que vive en Brasil. Ese tío mío llamo para mi madre con la intención de “abrir los ojos de ella”. Él decía que la iglesia en Brasil no era bien vida (en aquella época) y que ella tenía que abandonar la Universal con urgencia. Ellos hicieron de todo para “guardar” las costumbres de la familia y según ellos no tendrían una hermana hereje. Creo que pensaron “la unión hace la fuerza”, si nos unimos contra ella, entonces desistirá de esa idea.
Claro que eso jamás sucedió y ellos fueron los que desistieron de perseguirla. Mi padre tampoco simpatizaba mucho con la Iglesia, pero nunca nos prohibió frecuentar.
Amiga, si usted está sufriendo persecución por causa de su fe, ya sea en su casa, en la escuela o en el trabajo, manténgase firme con el Señor Jesús. No entre en discusión con las personas, apenas dé buen testimonio y ore por ellas. Sea fuerte y no permita que las persecuciones la separen de la presencia de Dios.
¿Alguna de ustedes ya pasó o está pasando por una persecución?

En el próximo post les contaré lo que sucedió con Joaquim, nosotros seguíamos siendo novios, pero él aun no iba a la iglesia.

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