“Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les
dijo:
—Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el
servidor de todos.” Marcos 9:35
Jesús siendo
el hijo de Dios, Rey y Señor nunca se jactó de eso, sino por el contrario, Él
pedía para que no comentaran sus hechos, pues muchos no lo aceptarían y eso
estorbaría Su misión.
Vivió en este
mundo de manera sorprendente, todos esperaban un Mesías con vestiduras de rey,
una corona con brillantes, viviendo en un palacio con muchos siervos.
Al contrario
de todo eso, Él era simple, andaba entre los desfavorecidos, no estaba
preocupada en recibir gloria o tener posición, Él vino para salvar, no para
reinar. Aunque Él reina en el corazón de todos los que Lo aman.
Infelizmente
en la Obra de Dios hemos visto muchos siervos desorientados, sin foco,
compitiendo por un título, una posición, un estatus.
Totalmente
desviados del propósito por el cual fueron llamados, viven frustrados esperando
una “oportunidad”, un reconocimiento, un aplauso.
Hacen la obra
triste, sin motivación, pues sus ojos están puestos en las cosas terrenas y no
en las eternas, puestos en sí y no en las almas.
Las disputas
se tornan el incentivo del día a día, la lucha por conquistar una posición más
elevada, una responsabilidad mayor comienza a opacar la visión del siervo de
Dios y entonces comienza su ruina.
Cuando está
en un lugar de su agrado, que a sus ojos es bueno y merece estar, entonces da su mejor, se va
para un lugar que no supera sus expectativas, trabaja demasiado, no da su
mejor, y va empujando con la barriga, mostrando así que no sirve a Dios sino a
sí mismo.
Muchos piensan
que su éxito depende de la amistad que hacen, de las personas que pueden
“favorecerla” y así quitan su fe en Dios y la colocan en esas personas,
entonces hacen de todo para agradarlas, servirles, no las decepcionan para no
perder la chance de recibir algún beneficio.
A nuestro
ejemplo de siervo no le gustaban las competencias, cuando Él percibía ese tipo
de actitudes entre los discípulos, ahí en el momento decía que aquel que
estuviera preocupado en ser el mayor o el primero será el siervo de todos.
Están
aquellos que no han alcanzado este nivel espiritual y por eso vive fuera de los
propósitos de Dios, en lugar de siervo han sido señores, su preocupación no es
servir y sí aparecer.
Usted
nunca conseguirá las cosas espirituales a través de medios carnales, y si
alguna vez consigue algo de ese modo, usted sabe que no vino de Dios y por eso
perderá, pues cada uno conoce sus intenciones y motivaciones.
10 comments:
Asi es, hay muchos que desviaron su foco por el cual fueron llamados, que es el de ganar almas y comenzaron a mirar en las cosas terrenales
Es así, nuestras intenciones lo son todo, y no nos podemos engañar a si mismo y mucho menos a Dios, por eso debemos de cuidar el primer amor y dar sin intención de recibir, sabiendo que Dios ve todas las cosas y el nos compensara en el momento adecuado.
Gisel Tatiana
Sra es verdad que cuando uno saca su foco de Dios se torna en señor de su propia vida empieza a competir por un titulo o posición y llega a perder lo más importante que es buscar agradar al Señor Jesús.
Es verdad, uno si no vigila termina siendo señor de si mismo, queriendo ser reconocido entre los demás , uno se engaña diciendo que quiere marcar la diferencia pero las intenciones detrás de eso son malas , yo reconozco que he actuado así , y viéndolo desde afuera es realmente feo y veo cuanto lo desagrada a Dios , tenemos que honrar nuestro llamado como siervos y honrar a Dios por habernos dado el privilegio de ser parte de su obra..
Cuando dejamos que las cosas carnales desvien nuestro foco en servir verdaderamente a Dios,pasamos a hacer la obra empujados y es un grave error que se repite a diario.No es posible decir yo soy,yo esto,yo lo otro pues la obra es de Dios y no nuestra. Debemos pasar a limpiar nuestro templo y hacer las cosas con agrado para Dios y no para los hombres,no estamos sirviendo para vanaglorial a los terrenales,sino a nuestro Dios y debemos hacerlo con todo el amor,cari;o y buenos ojos.
Hola Sra. como dice la palabra de Dios el Hijo del hombre no vino para ser servido,mas para servir y dar su vida en rescate por muchos y ese debe ser tambien nuestro objetivo.
Marcela Lopez.
Buenos Aires.
Hola Sra, es verdad la persona que quiere ser siervo nunca debe perder el foco ganar almas y servir.
Tenemos que estar siempre vigilantes para nunca permitir que vengamos a desviar nuestro foco que es servir a Dios y no a nosotros mismos.
Tenemos que estar siempre vigilantes para nunca permitir que vengamos a desviar nuestro foco que es servir a Dios y no a nosotros mismos.
cuando uno saca su foco de Dios se torna en señor de su propia vida empieza a competir por un titulo o posición y llega a perder lo más importante que es buscar agradar al Señor Jesús
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