Hola
queridas, ¿Cómo están? Lean por favor este versículo: “Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para
cualquier obra buena.” Tito 1:16
¿Muy fuerte
este versículo, verdad? Pero lo que quiero llamarles la atención es sobre la
palabra desobediencia. Muchos piensan que porque hacen, aparentemente y a su
manera lo que orientan, son automáticamente obedientes, pero, ¿será? He
observado muchos jóvenes que dicen así: “No es malo faltar un
miércoles/viernes/domingo a la Iglesia, Dios entiende que tengo que dar buen
testimonio a mi familia, y no puedo rechazarles la invitación para la fiesta.”
“El pastor es muy radical, no tiene que ser tan fanático así.” “No hay nada de
malo en ver una película para mayores de 18 con escenas calientes, eso no es
pecado, no estoy haciendo nada.” “El pastor dijo para no hacer X cosa, pero
para mí, no hay nada de más, el pastor que es muy hermanito.” “El pastor enseñó
que debemos dar el diezmo de las primicias, pero este mes está muy apretado,
entonces, el próximo mes doy el doble, Dios me entiende.” “Mi mamá me molesta
mucho, no me deja ser amiga de fulana, el pastor y la esposa también ya me
dijeron, pero no entienden, no la conocen bien, yo sé que es buena gente.” “Ya
me orientaron que ese muchacho no es bueno para mí y que es una trampa del
diablo, pero no es cierto, para esa gente de la Iglesia todo es del diablo, yo
sé que él es la persona cierta para mi, luego él vendrá a la Iglesia conmigo.”
¿Les suena
familiar esas frases? Vean amigas, que el diablo sopla esas palabras en nuestra
cabeza para que, sutilmente nos engañe y así desagrademos a Dios por la
desobediencia. ¿Y qué es obedecer? Obedecer es hacer aquello que fue ordenado
sin buscar atajos o creer que a su manera es mejor. Cuando Dios nos orienta y
nos pide algo, tenemos que obedecer tal cual él está diciéndonos, caso
contrario estaremos desobedeciendo y las consecuencias serán graves. ¿Se
acuerdan de Moisés y Aarón, que, Dios les ordenó que hablasen con la roca y de
ellas saldría aguas para el pueblo y él desobedeció hiriendo dos veces la roca?
¿Qué pasó? Dios no los permitió entrar en la Tierra Prometida a causa de su
desobediencia. ¿Y el caso de Adán y Eva? ¿Saul? ¿Sansón? Vean que la
desobediencia es algo muy serio para Dios y no podemos jugar con eso. Dios no
se agrada cuando queremos hacer las cosas a nuestra manera, obedecer apenas lo
que nos conviene, como creemos mejor. Él quiere que seamos obedientes de
verdad. Quizás sea por eso que su vida no avanza, por su desobediencia y por
querer hacer las cosas a su manera.
Queridas, este
es el momento de evaluar su vida y ver si usted no ha sido desobediente. Decida
ahora mismo cambiar y oír y obedecer a Dios de la manera correcta. Lean Números
20, la historia de la desobediencia de Moisés y Aarón. Seamos mujeres que agradan
a Dios, haciendo lo que él nos pide y
las promesas para los obedientes son muchísimas. Que Dios me las bendiga
mucho, kisses.
Juliana Furucho
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