martes, 20 de octubre de 2015

No es bien así




Hola queridas, ¿Cómo están? Lean por favor este versículo: Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena.” Tito 1:16

¿Muy fuerte este versículo, verdad? Pero lo que quiero llamarles la atención es sobre la palabra desobediencia. Muchos piensan que porque hacen, aparentemente y a su manera lo que orientan, son automáticamente obedientes, pero, ¿será? He observado muchos jóvenes que dicen así: “No es malo faltar un miércoles/viernes/domingo a la Iglesia, Dios entiende que tengo que dar buen testimonio a mi familia, y no puedo rechazarles la invitación para la fiesta.” “El pastor es muy radical, no tiene que ser tan fanático así.” “No hay nada de malo en ver una película para mayores de 18 con escenas calientes, eso no es pecado, no estoy haciendo nada.” “El pastor dijo para no hacer X cosa, pero para mí, no hay nada de más, el pastor que es muy hermanito.” “El pastor enseñó que debemos dar el diezmo de las primicias, pero este mes está muy apretado, entonces, el próximo mes doy el doble, Dios me entiende.” “Mi mamá me molesta mucho, no me deja ser amiga de fulana, el pastor y la esposa también ya me dijeron, pero no entienden, no la conocen bien, yo sé que es buena gente.” “Ya me orientaron que ese muchacho no es bueno para mí y que es una trampa del diablo, pero no es cierto, para esa gente de la Iglesia todo es del diablo, yo sé que él es la persona cierta para mi, luego él vendrá a la Iglesia conmigo.”

¿Les suena familiar esas frases? Vean amigas, que el diablo sopla esas palabras en nuestra cabeza para que, sutilmente nos engañe y así desagrademos a Dios por la desobediencia. ¿Y qué es obedecer? Obedecer es hacer aquello que fue ordenado sin buscar atajos o creer que a su manera es mejor. Cuando Dios nos orienta y nos pide algo, tenemos que obedecer tal cual él está diciéndonos, caso contrario estaremos desobedeciendo y las consecuencias serán graves. ¿Se acuerdan de Moisés y Aarón, que, Dios les ordenó que hablasen con la roca y de ellas saldría aguas para el pueblo y él desobedeció hiriendo dos veces la roca? ¿Qué pasó? Dios no los permitió entrar en la Tierra Prometida a causa de su desobediencia. ¿Y el caso de Adán y Eva? ¿Saul? ¿Sansón? Vean que la desobediencia es algo muy serio para Dios y no podemos jugar con eso. Dios no se agrada cuando queremos hacer las cosas a nuestra manera, obedecer apenas lo que nos conviene, como creemos mejor. Él quiere que seamos obedientes de verdad. Quizás sea por eso que su vida no avanza, por su desobediencia y por querer hacer las cosas a su manera.

Queridas, este es el momento de evaluar su vida y ver si usted no ha sido desobediente. Decida ahora mismo cambiar y oír y obedecer a Dios de la manera correcta. Lean Números 20, la historia de la desobediencia de Moisés y Aarón. Seamos mujeres que agradan a Dios, haciendo lo que él nos pide y  las promesas para los obedientes son muchísimas. Que Dios me las bendiga mucho, kisses. 

Juliana Furucho

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