martes, 28 de abril de 2015

¡Yo no tengo tiempo!


Hola queridas, hoy compartiré con las madres que, así como yo, desean que sus hijos cumplan los mandamientos de Dios, y eso será suficiente para que el diablo no toque en ellos.
Criar hijos en los días de hoy es una tarea bastante ardua, realmente es un desafío.
Parece que los valores ya no existen más, y que el tiempo tan precioso dedicado a nuestra familia fue todo consumido, ¿no es así?
Vivimos y hacemos todo a las corridas, hasta da la sensación que estamos en piloto automático, y allí mora el peligro, pues dejamos de apreciar las pequeñas cosas que hacen toda la diferencia en la vida de nuestros hijos.
Y es ahí que entra el mundo virtual y los “amigos” en sus vidas, porque dejamos de tener tiempo para planear un tiempo precioso y totalmente para ellos.
De manera desapercibida y hasta inconsciente, los valores están totalmente invertidos, es de ahí que nuestros niños y jóvenes están cada vez más desajustados al verdadero significado de la familia en esta sociedad.
Por ejemplo, están aquellas madres que de una manera inconsciente llenan su tiempo con el trabajo y la iglesia, dejando de lado las necesidades de sus hijos, y no me estoy refiriendo a las necesidades básicas, porque esas ni deberían existir, pero sí a las necesidades afectivas, de crear lazos de amor, confianza, intimidad y entrega, es claro que eso exigirá mucho de nosotras, pero deberíamos haberlo pensado antes de haberlos traído a este mundo ¿no es así? Pues no pidieron venir, por eso es nuestra responsabilidad asumir el compromiso de amarlos, ellos no piden mucho, sólo amor y atención.
No sea aquella madre que tiene tiempo para todo y todos, menos para sus hijos.
Para el patrón, amigos y hasta mismo en la iglesia, nunca dice que no, pero en el tiempo que es para ellos, nunca tiene tiempo ¿Cuál fue la última vez que planeó un tiempo para ellos, que los hizo sentir especiales y merecedores de su tiempo?
Invierta en su relación con sus hijos, ¡porque más adelante verán cuánto valió la pena!
Sé que ni siempre acertaremos, pero permanecer en el error traerá un futuro comprometedor.
Tórnense las mejores amigas de sus hijos, creando momentos inolvidables en la vida de ellos, y desarrollando el diálogo que es de suma importancia en cualquier relación.
Pues si no lo hace el diablo intentará hacerlo. Muchas madres se angustian con las decisiones de sus hijos, cuando se deberían angustiar más con el carácter que imprimirán en ellos.
Para criar un hijo tiene que existir de nuestra parte mucho amor, paciencia… Y encima de todo, tenemos que orar en todo momento y sembrar la Palabra de Dios, para un futuro glorioso, dando sobre todo un buen ejemplo de carácter y de equilibrio.
Y nunca se olvide, amor no es un sentimiento; es una acción, entonces coloquemos eso en práctica ¡esa acción del amor!
Sus hijos agradecerán, y usted más adelante evitará muchos problemas, el trabajo arduo que tendrá en esta fase, allí enfrente será recompensado.
Dejo para ustedes la siguiente Palabra:
Isaías 54:13
Deje aquí su comentario, y comparta lo más posible, alcancemos el mayor número de madres posibles, ¡Y ganemos almas!
¡Madres transformadas, hijos bendecidos!
Para la semana que viene comenzaré a compartir la historia de mi hermana más joven, tengo certeza que ayudará a muchas de ustedes.
¡Con muchas novedades!
Besos dulces

Catia Rubim



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