miércoles, 1 de octubre de 2014

Tolerancia cero



Yo (la de la izquierda con 6 años) y mi hermana Catia (la de la derecha con 4 años), somos hijas del mismo padre y de la misma madre, pero siempre fuimos muy distintas.
A pesar de haber tenido la misma educación, las mismas oportunidades, los mismos enseñamientos, no éramos iguales en casi nada.
Yo era más tranquila, introvertida y no sabía defenderme; ella era todo lo opuesto, agitada, extrovertida y sabia defenderse muy bien, jijij

Cuando éramos niñas y ella hacia travesuras, me enojaba mucho. En la escuela siempre la cuidaba para que no se metiera en problemas, a pesar de que ella no necesitara eso, pero como yo era la hermana mayor me preocupaba y quería protegerla.

Otras veces  la admiraba tanto, su coraje para hablar y enfrentar a las personas, hablarles verdades, que yo pensaba “bien dicho, si yo tuviera el coraje de hablar esas cosas. Muy bien dicho, eso mismo sería lo que yo diría”.

A veces peleábamos, como todas las hermanas pero después estábamos abrazándonos y jugando como si nada hubiera sucedido.

Pero, al final ¿a dónde quiero llegar con todo eso? Quiero hablar sobre la tolerancia, a veces las personas no aceptan las diferencias en los demás, por eso no se relacionan bien con nadie, ni con el esposo, ni con las amigas, ni con los colegas de trabajo, o vecino.

Si nosotras siendo hermanas somos tan diferentes, imagine ahora querer exigir que las personas con quien convive sean iguales a usted, es imposible.

Piense, su matrimonio puede no estar funcionando simplemente porque usted no comprende que su esposo no es igual a usted.

Tal vez usted no tiene amigas, por el mismo motivo, no sabe tolerar las diferencias, quieres una amiga que sea una copia suya.
O de repente, a las personas no les gusta estar en compañía suya, pues saben que eres intolerante y que harás alguna crítica negativa acerca de ellas.

Aprenda a tolerar las diferencias y a aceptar a las personas como son, verás que todo será más fácil y tendrás menos problemas.

¿Qué tal comenzar ahora?


6 comments:

Carina dijo...

A mi me pasaba esto con mi marido, yo queria que el sea igual a mi, no toleraba la diferencia que habia entre el y yo, hasta que me di cuenta que por mas que intentemos cambiar a la otra persona para que sea igual a nosotras no lo vamos a lograr cada uno es como es y hay que aceptarlo.

Unknown dijo...

Es verdad Señora... a veces uno queda pensando qué la otra persona será igual a uno y no es asi no.. uno debe ser tolerantepara denfotentender justamente la diferencia de los demás

Unknown dijo...

Entiendo que cada persona es diferente una de la otra , creo que por eso tenemos que tener paciencia y entender a las demás personas, mirar como el SEÑOR JESÚS tener buenos ojos y no juzgar a los demás.

Unknown dijo...

Es verdad señora, cuando era muy pequeña siempre peleaba con mi hermana por las preferencias que tenían mis padres, pero cuando crecimos y yo me entregue a Dios yo deje de pelear con ella (aunque ella siguiera provocandome) pero entendí que si ella veía un cambio en mi ella tambien iba a agarrar paciencia conmigo y lo mejor era que ella iba a preguntar como era que yo había cambiado, y algo que ayudo en todo esto es que cuando uno tiene a Dios ya no existe la envidia o el estar viendo los defectos de los demás, hoy en día gracias a Dios mi hermana me quiere mucho ,se entrego a al Señor Jesús, tambien no fue fácil tomar una actitud buena cuando ella quería discutir pero tampoco fue imposible, solo ser paciente y tolerante con ella, todo gracias a Dios

Unknown dijo...

Pocas veces encontraremos personas que se parecen a nosotras mismas en carácter, siempre hay alguien quien no se parece nada. No hay que exigir mucho para que sea igual a nosotras, es aceptar y tolerarse una a la otra.

Unknown dijo...

Así es, la tolerancia es muy importante en nuestro relacionamiento con los demás, ya sea en el matrimonio, trabajo, hogar, con amistades. Toda buena relación depende de la tolerancia...

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