Casi caí mirando el progreso de los perversos

Yo sé que quien ama a Dios odia la injusticia, y con certeza ver el progreso de los injustos e infieles es algo que no trae alegría ni placer.

Claro que no estamos hablando de aquellos que no conocen a Dios y que consecuentemente viven en el error, pero sí estamos hablando de los que se dicen ser de Dios, pero que mienten, engañan, no están preocupados con las almas pero sí consigo mismos, y a los ojos humanos ellos siguen prosperando y creciendo.

Lo mismo sucedió con Asaf, ¿sabías? Veamos cómo fue:

 “Yo estuve a punto de caer, y poco me faltó para que resbalara. Sentí envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de esos malvados.” Salmo 73:2,3

Como ven, no le era fácil ver en las manos de los perversos lo que debería estar en las manos de los justos ¿Pero qué será que Dios habló con él?

^“Cuando traté de comprender todo esto, me resultó una carga insoportable, hasta que entré en el santuario de Dios;  allí comprendí cuál será el destino de los malvados: En verdad, los has puesto en terreno resbaladizo,    y los empujas a su propia destrucción.“ Salmo 73: 16-18

Entonces mi amiga, he aquí la respuesta, si usted ha pasado por eso, no entiende por qué suceden ciertas cosas, te has irritado, quedado espantada, sin respuestas, porque has mirado a los malos y los has visto progresar y ser colocados en lugares de honra, no se olvide, Dios cuidará de cada uno.

Su parte es cuidar de usted misma, guardar su corazón, no desviar sus ojos del blanco y seguir firme en su camino de fe, pues si quedas mirando para ellos, acabaras contaminándote con sentimientos malos, malos ojos, malos pensamientos, y eso no puede suceder.

Y usted, ¿ya pasó o está pasando por lo mismo? ¿Dónde sus ojos están puestos? Me gustaría mucho leer su comentario.

¡Besos a todas!