¿Quién soy yo?

Esa era la pregunta que yo más me hacia. “¿Quien soy yo para quedarme en medio de las demás esposas de pastores?, ellas son más espirituales que yo.” “¿Quién soy yo para orientar a esa señora de condición?, no sé ni qué hablarle.” “¿Quién soy yo para tomar tal actitud?, ¿qué van a pensar de mi? Mejor me quedo aquí tranquila, así no corro el riesgo de equivocarme.” Caramba, yo estaba equivocada con todos esos pensamientos. Yo no estaba creyendo en el Dios que habita en mi. Realmente no soy nada, soy pequeña y apenas una sierva de mi Señor, sé que dependo de Él para todo, Él es el aire que respiro, sin Él soy apenas un montón de nada y lo reconozco. Pero, en el momento en que me dispongo para servirlo, para agradarlo, entonces es Él quien va delante de todo lo que yo haga.

Amigas, esta semana tuve la experiencia de oír una palabra negativa que luego me entristeció. Así es, soy humana y me entristecí. Pero como todo lo que escribo, yo lo vivo también, mi primera reacción fue hablar con Dios. Doblé mis rodillas y dije: “Señor, yo no soy nada ni nadie, pero todo lo que quiero es servirte y agradarte, por favor cuenta conmigo. Quiero agradarte sólo a Ti.” Terminé de orar y leí la Biblia, y mire lo que Dios habló conmigo:

“El Señor me ha recompensado conforme a mi justicia,   conforme a la limpieza de mis manos.” Salmos 18:24

Es Dios quien me fortalece. Es Dios quien me capacita y pelea por mi, y si estoy bien con Él, entonces Él va a bendecir todo lo que yo haga. Después que oré y leí la Biblia Dios me habló así: “Yo soy contigo, mira lo que te acabo de hablar en la Biblia.” Amigas, mi corazón se alegró de sobremanera, vi a Dios ahí a mi lado, dándome todo Su amor y Su cariño, ¡que lindo es Jesús, lo amo! Y es eso lo que Dios espera de nosotras. Que lo busquemos en el día de la angustia, que creamos en Él. El diablo quiere entristecernos, intentando hacer que pensemos que no somos nada, que no somos capaces, que no somos nadie, pero, si tenemos a Dios y al Espíritu Santo, entonces es Él quien nos usa conforme a Su voluntad. Tenemos que apenas ir, sin miedo, hacer lo que tenemos que hacer, sin pensar en lo que los demás dirán. Si es para el Señor Jesús, entonces yo voy hacerlo y voy a dar mi mejor, porque SÉ que ÉL es conmigo. No deje que el miedo o el sentimiento de inferioridad inunde su corazón, levantémonos y hagamos lo que Dios nos ha llamado para hacer, pues si Él está pidiendo, es porque Él va a ir con nosotras. Vamos a la lucha muchachas, basta ya de quedar paradas en el tiempo, ¡¡AVANCEMOS!!

Quería empezar aquí un propósito de leer la Biblia, les explico mejor la semana que viene. Entonces, para hoy, lean Salmos 18 completo, hagan una oración antes de leer pidiendo sabiduría y después de leer y meditar, aquí en los comentarios conteste las siguientes preguntas:

¿Cómo empieza David este Salmo?

¿En que situación estaba David en los primeros versículos?

¿Cómo David describe a Dios?

¿Por qué Dios recompensó a David? ¿Por qué Dios lo respondió?

¿Y qué pasa con los que no son de Dios?

¿Y cómo termina David este Salmo?

Muchachas, esas preguntas te harán analizar mejor este mensaje y así, usted estará aprendiendo a leer y a entender mejor la Biblia ok?

Que Dios las bendiga ¡¡y quiero leer sus respuestas!!

Juliana Furucho