miércoles, 28 de octubre de 2015

Madre ¿qué es lo que usted ha priorizado?


Hola queridas, ¿todo bien?
Hoy abordaré algo, que para quien acompaña mis posts ya tienen algo de conocimiento acerca del testimonio en relación a mi maternidad, quien no tendrá la oportunidad de saber.
Desde pequeña yo tenía ese sueño dentro mio, el sueño de ser mamá.
Cuando me casé, tanto yo como mi esposo, deseábamos mucho tener un hijo, entonces al paso de un año y poco de casados, y luego de hablarlo entre nosotros, pensamos que era el momento cierto de tomar esa decisión.
Yo estaba muy ansiosa, pues era mi mayor sueño, pasó un mes y dentro mio se generó una guerra de sentimientos, como un torbellino. Los meses iban  pasando y nada sucedía, fue ahí que busqué un médico para realizar exámenes específico.
Y las noticias que obtuve no fueron del todo las mejores, no tenía ni idea que yo tenía un problema de infertilidad.
Pues muchas de las veces hacemos planes y nos creemos autosuficientes, es ahí que Dios permite que aprendamos que sin Él nada somos y nada podemos hacer.
Y ahora ¿cómo reaccionar ante la noticia? ¿Ya pensaron que de nuestra reacción ante cada desierto y de la actitud que tengamos dependerá nuestro resultado? Pues es más, en aquel momento no vi ni reaccioné bien, y por eso pagué un alto precio.
Quedé amargada, aprendí a reclamar, quejarme, a dejar de creer, a vivir triste y sin sueños, haciéndome la víctima.


Imaginen lo que viví, y no sabía que de esa manera yo sólo estaba  prolongando mi desierto, mi sufrimiento.
Y ese desierto estaba revelando lo que yo estaba priorizando dentro mío, el sueño de ser mamá y no el sueño de ser una con Dios.
Dios quería revelarse para mi, moldearme, darme una oportunidad de arreglarme, pues mi actitud y posición no estaban de acuerdo con aquello que Él quería y esperaba de mi.
En ese largo desierto donde quede a solas con Él, tuve la oportunidad de aprender a escucharlo, y entender que mi amor por Dios no podía estar condicionado a nada, de allí salí sin hijos pero más madura, más fuerte, más espiritual y sobretodo aprendí a amar a Dios por aquello que Él representaba para mi y no por aquello que Él me podía dar.
Allí Dios pudo tener toda mi atención, entrega y confianza. Demoró un tiempo hasta que entendí eso, porque me enfocaba en aquello que quería que Dios hiciera en lugar de enfocarme en lo que Él ya había hecho.
Pues así es madre, mucha de las veces nos olvidamos fácilmente de lo que Dios ya hizo, enfocándonos sólo en aquello que no hizo o en lo que desearíamos que hiciese, perdiendo el foco de lo más importante, y así acabamos, muchas de las veces, prolongando nuestro desierto.
Continua...
Próxima semana compartiré lo que sucedió conmigo y todo lo que aprendí y viví con mis experiencias.
¡Va a ser muy fuerte, no se lo pierdan!
Y voy a postear la foto de mi testimonio vivo.
Dejen aquí sus comentarios, compartan y participen aquí, pues es con todo el cariño que comparto mi vida con todas ustedes, y me encanta que escriban pues leo cada comentario, y también aprendo con todas ustedes, hasta muchas veces me inspiro con ellos para mis posts.
Besos dulces.


Catia Rubim

0 comments:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...