viernes, 21 de agosto de 2015

Quiebre su vaso




Pero estando él en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho valor; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. Marcos 14:3

El nardo puro era un perfume de mucho valor, normalmente era usado sólo por personalidades notables de la época o para la preparación mortuoria de monarcas e personas ricas y como sabemos el Señor Jesús no era visto de esa manera por las personas, al contrario, Él era visto como un engañador.
María tuvo la oportunidad de manifestar la fe sacrificial, la fe verdadera delante del Señor Jesús, porque ahí estaba el Salvador, aquel perfume derramado sobre Él representaba  el derramamiento de su vida, mostrando con esa actitud que no hay nada más valioso que estar con la vida entregada a Dios.
María quebró el frasco, nuestra vida representa nuestra vida ese frasco y si alguien desea estar con Cristo debe quebrar su vida, dejar las cosas erradas, el orgullo, la soberbia, malicia, todo aquello que ha hecho que usted esté lejos de Dios.
Algo interesante estaba sucediendo, pero los ojos de los que estaban presentes estaban en el valor del perfume y no en Jesús.

 Pero algunos estaban indignados y se decían unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque este perfume podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y dado el dinero a los pobres. Y la reprendían.” Marcos 14:4,5

Mientras, los ojos de María estaban en el Salvador porque su mayor tesoro no era el perfume, aún siendo éste de alto precio.
Por esa razón muchos que se dicen ser cristianos, viven fracasando, porque sus ojos están en las cosas materiales, en las cosas de este mundo.
Muchos intentan mostrar una imagen de que son de Dios, hablan bonito, pero aún no entregan sus vidas y por ese motivo su fe no es verdadera, pues en la primera oportunidad hacen lo que es errado.
La única manera de poder exhalar ese perfume es quebrando el vaso. Existen muchos perfumes, unos falsos y otros verdaderos, pero el buen y verdadero perfume es caro, es aquel que hace la diferencia.
El perfume no habla pero el olor es agradable, María no habló pero su actitud fue agradable a los ojos de Jesús.

"Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya." Marcos 14:9

Vamos a esparcir ese buen perfume, pero no se olvide que primero debemos quebrar el vaso (su vida) y usted puede hacer eso ahora mismo, entréguese, manifieste su fe y deje que Jesús hará la diferencia en su vida y en la de todos que le rodean, ellos verán su fe genuina y verdadera.


Obispo Joaquim Fernandes

1 comments:

genesis dijo...

Es lo que todos y cada uno de nosotros debemos hacer. Quebrar el vaso con sinceridad, pues la misma nos acerca mas a Dios, para que asi podamos esparcir el perfume del Señor Jesus a nuestro alrededor.

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