Saque provecho de su pasado para ganar almas

Hay ciertas historias en la biblia que realmente nos sorprenden, leemos sucesos y hasta pensamos “¿Cuál será el fin de todo esto?” y nos maravillamos al ver cómo Dios usa sus planes infaliblemente, siempre con el fin de salvar y bendecir a Su pueblo.

Vemos un ejemplo con la historia de Moisés, criado como príncipe egipcio en un palacio, educado con una cultura totalmente diferente a la de los hebreos, pero había un propósito en toda esa trama, Dios necesitaba de una persona que saliera de en medio de los egipcios y que tuviera acceso a su mundo, para luego usarlo para liberar a Israel de la esclavitud.

La historia de Ester sigue por el mismo camino, ¿Qué hacia una joven hebrea en un palacio casada con un rey de otro pueblo y cultura? Aquí también había un plan, Dios iba a necesitar de una persona que tuviese libre acceso al rey y pudiera interceder por el pueblo de Dios.

¿Y qué hablar del apóstol Pablo? Un perseguidor de cristianos, una persona con estudios y entendimiento, que convivía con los intelectuales de la época, hablaba el mismo idioma y vivía con ellos. En este caso no fue diferente, ¿quién alcanzaría los gentíos? Dios preparó a Pablo para esa misión, ya que lo escucharían, él sabía cómo llegar a ellos.

En cuanto a mí y a usted, ¿qué podemos decir? La historia se repite, todas tuvimos un pasado, no importa cuál fue, pero podemos usarlo para ayudar a las personas que están en el mundo donde venimos.

Quien fue viciado, sabe cómo ayudar y llegar a esas personas, conoce todo de ese mundo, quien estaba enfermo sabe lo que hizo para ser curado, quien tuvo un matrimonio problemático, tiene la capacidad para orientar parejas que pasan por lo mismo, y así los ejemplos continúan.

Ahora  usted me dice: “¿y yo que nací en la iglesia y no tengo un pasado como ese?”, algún pasado usted tuvo, ya sea de complejos, vacío interior, depresión, escapadas al mundo, use todo eso para ayudar a jóvenes que pasan por lo mismo.

Entonces ¿quiere decir que sólo podré ayudar en el área en la cual sufrí? Claro que no, Dios nos capacita para ayudar a todos, pues el Espíritu Santo es quien hace la obra, pero con certeza creamos más impacto en la vida de aquellos que les podemos decir “yo viví eso y vencí, lo que usted está pasando ya lo pasé y hoy soy libre”.

Alcance a aquellos que otros no pueden alcanzar, tal vez por el modo de vivir o porque no frecuenta determinados lugares,  o por no tener acceso a determinado grupo de personas.

¿Vamos a hacer eso?