En los últimos años las personas han discutido mucho al respecto de la inteligencia humana. Nuevas disciplinas fueron creadas, nuevos cursos, nuevas formas de conocimiento se fueron desarrollando, y con ellas las formas de avalar esos conocimientos. Como consecuencia de eso, la sociedad pasó a cobrar más de las personas ¿no es así?
Infelizmente, muchas se dejan dominar por la búsqueda incesante de la "inteligencia" y al tornarse más expertas, comienzan a raciocinar acerca de todas las situaciones de la vida. Al proceder así, pasan a dejar de lado lo que es divino, pasan a creerse auto suficientes y aquí está el peligro.
La inteligencia es importante, pero ella puede tornarse vacía si no fuese correctamente usada, y para eso es necesaria otra "herramienta": La sabiduría. Existen personas que no disocian palabras, siendo que ellas no significan lo mismo. La inteligencia es: "la facultad de entender, pensar, raciocinar, interpretar; entendimiento, intelecto", y la sabiduría significa "conducta orientada de acuerdo con el conocimiento de aquello que es verdadero y justo" ¿Ya vieron la diferencia?
Cuando las dos actúan en común acuerdo, podemos decir que existe un mejor aprovechamiento de nuestras tareas. Consecuentemente, conseguimos ser más precisas, justas, correctas, en fin, realizamos de una mejor manera los acontecimientos de nuestra vida.
Mientras esas facultades estén en desacuerdo, no existe armonía entre ellas, la inteligencia la buscamos en libros o cosas parecidas. Pero ¿la sabiduría? ¿Cuál es la fórmula?
Voy a responderles con la definición que cité anteriormente "conocimiento inspirado en las cosas divinas",
Sí, divinas. La sabiduría es una inspiración que Dios puede colocar en el corazón por medio de la búsqueda por el conocimiento de las cosas de lo "alto", o sea, interés en conocer de las cosas de Dios.
No existe una fórmula básica que enseñe a cómo buscar la sabiduría de Dios. Ella puede ser conquistada día a día por medio de la entrega e intimidad con Dios, que es conquistada cuando existe un real interés en la Palabra de Dios- La Biblia- y en hacer Su voluntad.
Por eso, cuando caminamos lado a lado con la voluntad de Dios, pasamos a entender cuáles son Sus designios en nuestra vida. Cuando se entrega la vida en manos de Dios, Él da la dirección y herramientas necesarias para que alcancemos todos los objetivos, hasta los intelectuales.
"Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción." ( PV:3:21)
Si somos sabias en buscar esa sabiduría en Dios, con certeza no nos faltará inteligencia, pero si invertimos las cosas podremos ser muy inteligentes, pero sin la sabiduría que viene de Dios no servirá de nada tales conocimientos.
Querida si te ayudó o aprendiste algo, deja aquí tu comentarios, pues como siempre digo, compartir siempre nos hace crecer y como ya dije, quien da... ¡recibe!
Besos dulces
Cátia Rubim
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