El mes pasado, fui con los grupos Sisterhood y Mujer V a visitar un asilo, hogar de ancianos.
Lo que ocurrió fue algo maravilloso, no sólo para ellos que se sintieron muy bendecidos con nuestra visita, porque a nosotras nos pasó igual, sentimos lo mismo, porque fue posible compartir lo que Dios nos ha dado.
Muchos no tienen familia, otros hasta tienen, pero ninguno de ellos les visita, algunos están enfermos, otros se sienten solos.
Nosotras oramos con ellos, distribuimos muchas Biblias, cantamos y hasta bailamos, estaban muy animados, al final sacamos muchas fotos y se las vamos a regalar en la próxima visita.
Después tuvimos la oportunidad de charlar un poquito con cada uno de ellos en particular, y la historia de una señora americana me impresionó mucho y llamó mi atención, porque me pareció muy distinta, dijo que fue misionera en Asia y que nunca se casó con nadie, luego quisimos saber el porqué. “...Jamás me casé, porque nunca conocí a alguien que tuviese el mismo llamado que yo y no iba a permitir que nada ni nadie impidiese mi gran sueño de servir a Dios”. Estas fueron sus palabras.
La verdad es que ella era diferente, en sus ojos se veía brillo, saludable y entusiasmada por la vida, no se veía amargura ni tampoco pesadumbre en su rostro, transmitió la alegría del Espíritu Santo.
Al final nos llevaron a conocer su jardín, muy agradable, por supuesto. No querían que saliéramos de allí, ¡tan encantadores!
Estas personas necesitan de nuestra atención, una palabra de afecto, un momento agradable, necesitan saber que alguien se preocupa de ellos, y perciban que no están abandonados, sino que tienen el amor de Dios.
2 comments:
Buenas Noches Sra. Tania saludos desde Venezuela, yo también he tenido la oportunidad de realizar este maravilloso trabajo junto a mis compañeras del grupo mujer v y sisterhood hemos ido a visitar orfanatos y ancianatos y ha sido una experiencia maravillosa compartir con cada uno de esos abuelitos que como ud. dice unos si tienen familia pero es como si no la tuvieran ya que se encuentran solos su única compañia son los otros abuelitos y ellos necesitan afecto cariño un abrazo una sonrisa una atención de nuestra parte.
Gracias a Dios por la oportunidad que hemos tenido de llevarles a ellos un poco de alegría de nuestra parte y lo mas importante llevarle la palabra de Dios a cada uno de ellos.
Yenny Arismendi.
Hola sra Tania. que buen trabajo que realizo el sisterhood y v woman,dar de su tiempo para los abuelitos, llevarles un momento de alegria y tambien la palabra de Dios.
A mi tambien me parece interesante y fuerte el comentario de la abuelita misionera. que se entrego a servir a Dios 100%
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