¿Usted ya paró para pensar en eso? ¿Por quién
usted ha sido guiada? Siempre pedimos que Dios nos guie, pero ¿Será que hemos
permitido al Espíritu Santo tomar el control de nuestra vida? Son preguntas que
no deben quedar sin respuesta.
Vamos entonces a analizar, usted ha sido
guiada por…
- ¿El Espíritu de Dios?
- ¿Por su corazón (sus sentimientos)?
- ¿Por su carne (sus voluntades
pecaminosas)?
Aquellas que se someten al Espíritu Santo y se dejan guiar por Él con certeza son
los que aciertan, pues nunca colocan sus voluntades o sentimientos por encima
de los propósitos de Dios. Reconocen que Dios está preparado para guiarlos y no
necesita de ninguna ayudita para eso, al final Él es Dios.
Estas personas están sujetas a la Palabra de
Dios, pues están conscientes de que, quien obedece y vive dentro de los
padrones bíblicos está protegido y seguro. Entonces:
- Niegan su carne
- Hacen lo que es correcto y no lo que tienen ganas
- Obedecen a Dios, aunque la voluntad de Él no esté de acuerdo con la suya
- Son conscientes de que Dios conoce el mejor camino y por eso puede guiarlos
- Los guiados por el Espíritu se mantienen
dentro de los planes de Dios.
Aquellos que se dejan guiar por su corazón siempre sufren, toman decisiones equivocadas y
erran continuamente, son engañados ya que la Biblia dice que nuestro corazón es
demasiado corrupto, ¿Quién lo conocerá?
¡Ni nosotros lo conocemos!
Personas sentimentales y emotivas, no acostumbran usar
mucho la razón pues todo es basado en lo que siente y por eso sus decisiones,
elecciones y actitudes son guiadas por su mayor enemigo, el cual ella insiste
en obedecer y que sólo le ha causado tristezas: su corazón.
Estas son las que..:
- Se hacen las víctimas
- Están con una persona porque se enamoran, pero no ven lo que no les conviene
- Resuelven sus problemas en base al llanto y a los gritos
- Hablan sin pensar en las consecuencias de sus palabras
- Son resentidas con facilidad
- Si tienen ganas, van a la iglesia, leen la Biblia; si no tienen ganas no hacen nada
- Hacen elecciones por lo que sienten y no
por la fe inteligente.
Finalmente tenemos a los guiados por la carne, todo lo que sienten ganas lo practican, aunque
eso les cueste caro y coloque en riesgo su salvación.
No importa lo que vendrá después, importa
satisfacer sus deseos ahora, la carne siempre habla más alto, ella prefiere
dejarse llevar antes que controlar sus deseos carnales, de ese modo el pecado
tiene dominio sobre ella.
Ser guiada por la carne significa decir sí a
todos sus deseos y voluntades, aunque usted sepa que las consecuencias vendrán,
se sujeta a todas ellas.
- Siguen sus deseos desenfrenados, viven según las necesidades de la carne
- Lo importante es satisfacer la carne, quieren agradarse
- Lo que la carne les pide ellos lo dan sin pensarlo dos veces
- Desean los placeres del mundo y no
luchan para vencerlos.
No dejemos que el corazón o las voluntades de
la carne cieguen nuestro entendimiento, pues eso sería como firmar nuestra sentencia de muerte.
Les dejo esta palabra para meditar:
“La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras
que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad
pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz
de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a
Dios.” Romanos 8:6-8
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