Hola amigas ¿todo bien?
A partir de hoy voy a contarles un poco de mi vida, de mi testimonio. Yo había planeado desde el año pasado escribir,
pero por una cosa u otra no se dio. Pero hoy decidí contarles todo lo que pasé
hasta hoy y cómo vencí.
Como ustedes saben, prácticamente
nací en una cuna cristiana. Digo así porque cuando mis padres llegaron a la
iglesia yo tenía 4 años de edad. Muchos dicen que los niños no se acuerdan de
las cosas, pero yo me acuerdo de muchas
cosas que sucedieron hasta la conversión de mis padres.
Bueno, yo no nací de manera
planeada, mi madre quedó embarazada de mi padre, que aún era muy joven, allí
fue que comenzaron muchos problemas. Mi abuela, madre de mi padre, no aceptaba
la noticia, para ella yo no era hija de mi padre. Las diferencias entre mis
tías y mi madre eran muy grandes. Peleas y más peleas. Con tantos problemas, mi
mamá hasta intentó abortarme, pero no lo logró, sé que Dios tenía un plan para
mi desde aquel entonces. Mis padres se casaron para que así yo tuviera una
familia. Después de haber nacido, fue imposible no ver que yo realmente era
hija de mi padre, mis ojitos chiquitos confirmaron mi ADN jeje. En aquella
época, mi padre tuvo que esforzarse mucho para mantenernos. Sin una profesión y
sin una dirección de cómo ser un padre, hoy imagino la lucha que él y mi mamá
pasaron.
Las peleas entre mis padres no
pararon con mi nacimiento. Las dificultades financieras, un bebé sin manual de
instrucción y problemas con la familia, eran siempre los motivos de las
discusiones. En la medida que fui creciendo, los problemas iban en aumento.
Tres años después vino mi hermano. En aquel entonces mi padre ya estaba mejor
financieramente. Él se esforzó mucho para tener una profesión y trabajaba
incansablemente para mantenernos. Él consiguió graduarse de técnico en
laboratorio.
Recuerdo las veces en las que mis
padres se separaron, que fueron 3 y una en especial, en donde mi madre me
golpeó tan fuerte que me sacó sangre en mi boca por un chisme que cree. Yo era
pequeña, pero recuerdo claramente aquel día. Esa agresión desencadenó una pelea
sin precedentes ¡Mis tíos tuvieron que intervenir para que mis padres no se
mataran allí! Fue una pelea muy fea y triste, pues me fui con mi papá para un
lado y mi mamá y mi hermano se fueron para otro, la familia se separó allí.
Pero hoy me gustaría comentar sobre
mi reacción cuando supe que mi madre quería abortarme. Yo no pensé mal de ella,
no me sentí inferior a nadie, me puse en su lugar y la entendí. No dejé que
aquella noticia me hiciera sentir mal. Saben amigas, es eso lo que el diablo
hace, e quiere siempre hacernos ver solo el lado negativo de todo para que así
vivamos tristes y amargadas. El secreto está en no dar oídos a él y buscar
siempre el lado bueno de todo, pensar positiov, entender. En el día en que mi
mamá me contó eso, yo le respondí: “¿Ya ves ma? Todo pecado tiene sus
consecuencias, pero vea cómo Dios es bueno, que hasta lo que era para dar
errado acabó dando cierto, mírame aquí, sana, sin secuelas y sirviendo a Jesús”
jijiji…” Ese es el secreto amigas, ser positivas y no dejar que nada, nadie y
que ni el diablo robe su alegría de vivir. Si usted fue abandonada, rechazada,
intentaron abortarte, no fue bienvenida, no quede lamentándose ni sintiéndose
inferior, mire para el tamaño del amor de Jesús por usted, que le escogió para
darle una vida linda y maravillosa, que ha cuidado de usted y se preocupa hasta
cuando usted lo rechaza. Y vea cuántas personas maravillosas Dios colocó en su
camino para alegrar su día. No mire más el lado negativo de su historia, ¡mira
para lo que Dios le ha dado y agradezca! Decida hoy ser siempre positiva pues
la negatividad solo nos trae cosas mals y es del diablo. Sea POSITIVA
SIEMPRE!!!
Un beso grande a todas y semana que
viene habrán más secretos de mi vida. Kisses
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