viernes, 2 de octubre de 2015

Experiencias del Altar – ¡Me dejé iludir y engañar!


 
 “Hola, mi nombre es Jesica y voy a contarles un poquito de mi vida. Comencé en la iglesia desde joven y sin madurez, pasé a observar un joven en la iglesia y cree un sentimiento dentro mío por él que no fue reciproco. 
    A mi parecer él era ideal para mí, yo creaba mucha expectativa  en torno a esa persona, imaginaba cosas que no existían, a partir de ese momento mis ojos y mis oídos se cerraron a la voluntad de Dios. Yo vivía por mis sentimientos, era  engañada e ilusionada. Mis amigas me alertaban que él no era para mí, pero yo prefería vivir por lo que mi corazón me decía, nutría ese sentimiento al punto de no aceptar consejos de nadie.
Yo ya iba a la iglesia, hacia campañas, votos por esa persona, luchaba por él, pero Dios  siempre estaba mostrándome que aquel sentimiento no era de Él, aun así yo era testaruda y no quería aceptar.
     Hasta que un día vino la decepción, yo no entendía el por qué no había dado cierto, pues había hecho tantos votos para que pudiera estar con él, que quedé indignada y muy triste.
    Pasados algunos días con esa angustia dentro de mí, oré a Dios pidiendo que Él arrancara ese ”amor” que yo sentía por ese muchacho, de mi interior, para que yo pudiera parar de sufrir. Dios en aquel momento habló conmigo que yo tenía que tener paciencia, que Él estaba preparando lo mejor para mí, entonces después de esa oración lancé todo ese sentimiento maligno al mar del olvido y pasé a dedicarme con todas mis fuerzas a ganar almas. 
    Fui levantada a obrera y pasados algunos años conocí un hombre de Dios que inclusive era pastor y comenzamos a orar, Dios nos bendijo, estuvimos de novios, nos comprometimos y casamos, y él fue mi primer novio.
    Tengo un marido maravilloso y un matrimonio muy bendecido y servimos a Dios en el altar.
    Con todo eso pude aprender que no todo lo que pedimos para Dios es de Su voluntad, sino que todo lo que es la voluntad de Él, Él lo realiza.
Veo que lo que Dios tenía preparado para mí era mejor de lo que yo quería tener, pero la ansiedad no me dejaba ver eso.
A veces luchamos tanto por algo y queremos eso cueste lo que cueste, y cuando no vemos la respuesta nos enojamos con Dios.
Pero Él mismo dice que “Lo que ojo nunca vio, ni oído oyó y lo que jamás nadie pensó que sucedería es lo que Dios preparó para aquellos que lo aman.”
Basta con colocar nuestra fe y confianza en Dios y Él bendecirá, pues Dios nunca falla.

`` Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.``      Filipenses 2.13 

1 comments:

Evelyn Marlen Vazquez Anaya dijo...

Gracias por compartir sus testimonios ya que son muy bueno me gusta mucho esta seccion de Experiencias del altar por que medito en cada testimonio de cada Esposa de pastor.

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...