¿Cuántas
veces somos bien educadas, tolerantes, pacientes con nuestras amigas, compañeras
de trabajo, desconocidos, etc. pero cuando se trata del marido la cosa cambia
de figura? Jiji y no actuamos con él como actuamos con las otras personas. Eso
va desgastando la relación, causando distancia.
Veamos
algunas virtudes importantes a ser colocadas en práctica también en el
matrimonio:
•
Educación:
no gritar, responder, hacer cara fea, dejar de hablar, use siempre las palabras
por favor y gracias, aun con su marido, siempre decimos que la buena educación
cabe en todo lugar, en nuestro matrimonio también cabe.
•
Sumisión:
Reconozca a su marido como la cabeza, sepa el lugar que Dios destinó para cada
uno, el marido como el cuidador y su esposa como auxiliadora.
•
Respeto: Nunca
puede faltar, ninguna relación sobrevive si hay falta de respeto, como llamar
por nombres, por palabras ofensivas, gestos feos, agresividad, groserías.
•
Humildad: Tenemos
que saber ceder por el bien de los dos, es necesario ser humilde, si ninguno
cede, el orgullo prevalece y la relación sufre y queda desgastada. Siempre
debemos hacer lo que es bueno para los dos y lo bueno es estar en armonía.
•
Comprensión: sepa comprender a su esposo, sea tolerante con sus manías, no
podemos exigir que nuestro marido sea igual a nosotros. Sepa lidiar con las
diferencias y no quiera imponer su voluntad o su forma de ser.
•
Placer de Servir: sea sierva, agrade y haga las cosas con placer, no de mala cara o de
cualquier manera, pero sí por amor. Recuerde que también en casa estamos
sirviendo al Señor Jesús.
• Cariño: sea una esposa cariñosa, demuestre
a través de besos, abrazos, gestos, detalles, sorpresas, mensajes, etc. Nunca
sea fría ni indiferente, si creció sin cariño, desarrolle ese hábito, hubieron muchas cosas que no sabíamos y
aprendimos ¿no es así? ¿Por qué no aprender lo que le hará bien a nuestro
matrimonio?
Y entonces, ¿le gustó la
listita? ¿Qué más agregaría?
Déjenos su comentario.
1 comments:
Muy útil este artículo, realmente a veces teniendo malas actitudes y acciones con nuestros maridos no nos damos cuentas que desagradamos a Dios y afectamos nuestro matrimonio, el matrimonio es como una planta debes cuidarla a diario y colocando la mayor dedicación para que pueda crecer y florecer como queremos.
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