La impaciencia es fruto del orgullo.
Una persona orgullosa parece no poder esperar por cualquier cosa con una actitud adecuada.
La Biblia no dice "sea paciente si tienes que esperar", ella dice "sea paciente en cuanto esperes".
Esperar es parte de la vida. Muchas personas "no esperan bien" y, en la realidad, gastan más tiempo en su vida esperando, que recibiendo.
Qué quiere decir esto: nosotros pedimos algo en oración a Dios creyendo, entonces, esperamos y esperamos por Su manifestación. Cuando ella llega, nos regocijamos porque, finalmente, recibimos lo que estábamos esperando.
Mientras tanto, como somos personas dirigidas hacia alcanzar nuestro objetivo, que debe tener algo por qué luchar siempre, algo por lo cuál esperar, vamos inmediatamente de vuelta al proceso de pedir y creer en Dios por alguna otra cosa y esperar y esperar algún tiempo hasta que el próximo avance venga.
Pensando sobre esta situación hace algunos años atrás, me hizo percibir que gasté más tiempo esperando que recibiendo.
Entonces decidí aprender a hacer uso del tiempo de espera, no apenas del tiempo de recibir.
¡Necesitamos aprender a aprovechar dónde estamos, mientras estamos en el camino hacia donde queremos ir!
Es imposible hacer uso de la espera si no sabes esperar pacientemente. El orgullo impide esperar paciente, porque la persona orgullosa piensa sobre sí misma y cree que jamás debería ser incomodada acerca cualquier aspecto.
No sólo no debemos pensar mal de nosotras mismas, sino que también no debemos colocarnos en ningún lugar superior o favorable acerca de nosotras mismas.
Es peligroso colocarnos en un lugar tan elevado que nos lleve a menospreciar a otros. Si no hicieran las cosas que queremos que hagan, o tan rápido como pensamos que deberían ser hechas, nos comportamos impacientes.
Una persona humilde no mostrará una actitud impaciente.
Una estrategia del diablo es usar nuestra mente para conducirnos a un comportamiento impaciente y pensar que es idealista en vez de realista.
Si colocamos en nuestra cabeza la idea de que todo lo que esta ligado a nosotras y a nuestras circunstancias y nuestras relaciones, debería ser siempre perfecto sin ninguna dificultad, ningún obstáculo, ninguna persona desagradable con la cual lidiar, entonces estaremos preparándonos para una caída. O, en realidad debería decir que el diablo está preparando nuestra caída por la forma errada de pensar.
No sugiero que seamos negativas, soy una mujer firme en mis actitudes y pensamientos positivos. Pero sí estoy sugiriendo que seamos realistas lo suficiente para percibir anticipadamente que muy pocas cosas en la vida real son perfectas.
Jesús nos dijo que en este mundo tendríamos que lidiar con las tribulaciones, pruebas, aflicciones y frustraciones.
Estas cosas hacen parte de nuestra vida en la tierra. Pero todos los infortunios del mundo no pueden herirnos si permanecemos en el amor de Dios, manifestando el fruto del Espíritu.
Paciencia no es mi habilidad de esperar, pero sí mi habilidad de mantener una buena actitud en cuanto espero.
¡El tiempo de espera duele! Pero sirve para un gran aprendizaje en nuestra vida, lo que nos enseña a esperar con sabiduría y a depender de Dios.
Yo misma lidié muchos años con esta situación, por la larga espera de mi hijo, y puedo decir que tuve dos comportamientos en relación al mismo, ¿y saben de cuál salí bendecida? ¿Quieren saber?
Tal vez en la próxima semana les cuente jij... Voy a ver si saben esperar
Si te ayudó deja tu comentario, ¡me gusta mucho y aprendo con cada uno de ellos!
Besitos dulces
1 comments:
Señora muy bueno el post es cierto debemos aprender a saber esperar ya que todo llegara a su momento teniendo paciencia y como usted menciono con actitudes positivas.
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