Hola amigas, como les prometí sigue la historia de mi amiga Sara Oliveira, quien nos cuenta cómo se comportaba en su noviazgo con el pastor.
“Cuando llegué a la IURD, mi esposo ya era un pastor de la iglesia, después de mi liberación, mi encuentro con Dios, y mi bautismo con el Espíritu Santo, fui levantada a Obrera de la iglesia, y desde ese momento mi corazón quería el altar de Dios. El amor por las almas, el hablar de la salvación era lo más importante que cualquier otra cosa en mi vida, y por muchas metas que tenía, los problemas que enfrentaba, todo era insignificante comparado al placer de servir al pueblo de Dios.
¡Fue allí que Dios me bendijo con mi esposo! Yo una simple Obrera novia de un hombre de Dios, ¡un pastor!
Ser novia de un pastor no es lo mismo que ser novia de una persona del mundo, puedo decir que es un noviazgo espiritual, así como el pastor lucha para vivir en santidad así debe ser el noviazgo santo, apartado de las cosas comunes y corrientes de los noviazgos del mundo.
El día en que el pastor presento nuestro noviazgo en el altar de Dios delante de todo el pueblo de la iglesia, me di cuenta de que a partir de ese momento, el testimonio de mi comportamiento no se trataba apenas de mí, pero estaba ligado a un hombre de Dios, que toda la iglesia miraba y respetaba.
Con la agitación y la correría de la obra, casi no teníamos un día para salir, y las pocas veces que salimos nuestro punto de encuentro era Pizza Hut, donde compartíamos una pizza y conversábamos. Nunca estuvimos solos, siempre estábamos en lugares públicos, con la familia o rodeados de personas, siempre nos respetamos el uno al otro, no dando rienda suelta a la carne. Nuestras conversaciones por más que tenían declaraciones de amor, tratábamos de darnos a conocer uno al otro, siempre terminaban en el lado espiritual, de ganar almas, y de cómo podríamos ser más usados por Dios.
A lo largo de mi noviazgo con mi esposo podía ver lo mucho que se preocupaba por el testimonio que daba a las personas, no sólo dentro de la iglesia pero también fuera, y era fácil de entender para mí porque yo no quería avergonzar el nombre del Señor Jesús.
Dentro de la iglesia, me encantaba trabajar en las reuniones que el hacía, siempre respetando su posición como pastor, cuando me refería de el a las personas no era Mauricio esto y aquello, era el Pastor Mauricio, nunca me sentí más de que las otras obreras porque era novia de pastor, por el contrario, quería ser un ejemplo para ellas, ya que en el futuro ellas me verían como la esposa de un pastor. Por mucho que la iglesia entera sabía que era novia de un pastor, yo siempre supe colocarme en mi lugar de obrera, respetando mi novio como pastor, y hacia mi trabajo en la iglesia, sirviendo al pueblo de Dios, nunca deje de hacer mis obligaciones con la obra por ser novia de un pastor, por lo contrario quería ser usada más, ya que servir a Dios estaba por encima de mi noviazgo.
La primera vez que besé a mi esposo en la iglesia delante de todo el pueblo fue hace 20 años atrás el día de nuestro matrimonio, en donde entregue mi vida en el altar de Dios, y desde ese día tengo el privilegio de servir a Dios junto a un hombre de Dios al cual amo y admiro.”
Nota: El próximo martes les voy a traer otra historia acerca del noviazgo a distancia, aguarden!
1 comments:
este post esta muy bueno,todo lo que se habla en este blog me hace meditar y lo guardo en mi mente para ayudarme a crecer mas espiritualmente.
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