¡Recibir es mejor que dar!

Contrariamente a lo que dice el mundo, vea lo que la Palabra de Dios nos enseña:

"Mas bienaventurado es dar que recibir” Hechos 20:35

¿Has notado que la mayoría de las peleas entre parejas, amigos y familiares, es porque una de las partes exige a gritos que la otra de, ya sea afecto, atención, comprensión, cumplimiento de deseos y sigue por ahí…? Parece que cuanto más la persona recibe, más quiere y más exige por parte de la que da, pues lo que al principio era suficiente, con el tiempo perdió su valor.

Por ejemplo, cuando estabas de novia, decías: "Mi novio es muy romántico, siempre en mi cumpleaños me regala flores."

Pero después te casaste y pasó el tiempo, entonces dices: "Mi marido no es nada romántico, sólo me da flores en mi cumpleaños, el resto del año, nada." Lo que apreciabas en un principio, ahora es muy poco, exiges más, quieres más.

Hay personas que sólo quieren recibir, pero nunca hacen nada por los demás.

Tal vez quieres ser apreciada, recordada el día de tu cumpleaños, invitada por tus amigas, quieres ser admirada, respetada, querida, pero todo esto tiene un precio, y ¿sabes cuál es? Tienes que aprender a hacer todo esto a los demás primero.

Exigir es muy fácil, creer que se merece es muy cómodo, pero la gente debe ser correspondida, ¿cuándo será tu turno para "dar"?

El día en que experimentes lo maravilloso que es la sensación de dar, nunca dejarás de hacerlo.

Por lo general, estas personas hacen lo mismo con Dios, exigen todo de Él, pero nunca están dispuestas a hacer nada para Dios. Todo lo que Dios le pide parece demasiado difícil y sacrifio pero, ¡las bendiciones son tan buenas!

En el momento de pedir ponen toda la fuerza e imposición, sin embargo, en el momento de dar, no existe la mínima disposición.

¡Vamos a despertar y ver si no estamos queriendo recibir todo de todos, cuando no damos nada!

Esta semana, has algo diferente a una persona cercana y deja tu experiencia aquí. Y no te olvides, los pequeños detalles hacen la diferencia.