A todas nos gusta vivir en una casa
limpia, vestir ropa limpia, tener nuestro cuerpo limpio y hasta mirar para la
ciudad y que ella esté también limpia.
La basura y la suciedad incomodan
demasiado, el ambiente queda feo, indeseable, con mal olor y repugnante.
Para evitar ese escenario nosotras tomamos
varios cuidados todos los días, limpiamos nuestra casa, lavamos nuestras ropas,
tomamos un baño, no tiramos la basura en el piso de la ciudad, hacemos lo que
está a nuestro alcance para mantener todo limpio y con rico olor.
Y para concluir, no permitimos que nadie
ensucie lo que nosotras con tanto cuidado y esfuerzo dejamos brillante.
Estas son las reglas básicas de higiene,
todos las conocen y todos deberían cumplirlas, cuando vemos a alguien que no
hizo eso pensamos pronto: que sucia, o que puerquita, jajaj.
Pero ¿Qué hacer cuando es referido al
interior? ¿Cómo mantener el corazón limpio en medio del caos en que vivimos?
Vemos y presenciamos tantas injusticias,
convivimos con personas falsas, hay maldad por todos lados, la mentira y el
engaño toman proporciones asustadoras, en fin, el mundo está sumergido en la
maldad y nadie queda inmune.
Mientras tanto Dios desea que mantengamos
nuestro corazón limpio, la maldad está ahí pero sólo entra dentro de aquellos
que le dan permiso. Él dejó una promesa maravillosa para los que tienen el
corazón limpio:
“Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.” Mateo 5:8
¿Ya
imaginó ver a Dios? ¡Ah que día!
Lo que
usted precisa saber amiga, ¡es que esa función de mantenerlo limpio es suya!
Eso mismo, Dios no va a limpiar su corazón, usted tendrá que hacer eso. Pero
¿Cómo?
Rechazando
el mal, negándose a alimentar los malos sentimientos, no permitiendo que la amargura,
el odio y la venganza tomen cuenta de
todo su ser, ahuyentando la malicia, los malos ojos y todo lo que pueda
contaminar la pureza de su corazón y consecuentemente su fe.
Así como
usted en su casa tira la basura afuera todos los días para evitar el mal olor,
animalitos indeseables y bacterias, lo mismo tiene que hacer en cuanto al
corazón. Él debe estar limpio en todo momento, caso contrario la basura lo
dejará maloliente y repulsivo delante de Dios ¿Como Él, un Ser puro, podría
habitaren medio a la suciedad? Imposible
Usted no
puede impedir la maldad que hay en el mundo, pero puede impedir que ella entre
y habite dentro de usted.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu
corazón; Porque de él mana la vida.”
Proverbios 4.23
¿Ha pasado
momentos difíciles y hasta injustos y ensució su corazón? ¿Está dispuesto a
limpiarlo? Sea decidida y deje su comentario.
¿O ya pasó
por eso pero lo superó? Comparta también en los comentarios.
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