Cuando se trata de actuar enseguida ella entra en escena. Sabe muy bien cómo actuar según más le convenga, cambia dependiendo de los ambientes y las personas a su alrededor.
Dentro de la iglesia se comporta de una manera y afuera se convierte en otra persona, con ciertas personas se muestra irreprensible, pero quien la conoce de verdad sabe que es terrible.
Ella puede ser culpable, pero la capacidad que tiene para dramatizar es tan grande y contundente que conmueve a cualquiera, si es necesario puede hasta llorar para hacerse la víctima.
Estas personas pueden engañar a todos, pero Dios sabe quién ella es, y un día la máscara caerá y el teatro se acabará.
Es triste convivir con una persona así, y descubrir que todo era sólo una actuación, no había nada real en ella, ni las palabras ni las actitudes, nada, simplemente actuaba todo el tiempo como una verdadera actriz.
No hay nada peor que la hipocresía, el mismo Señor Jesús abominaba este tipo de comportamiento, vea cómo se dirigió a los fariseos:
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos y de toda inmundicia. " Mateo 23:27
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