Una joven en la iglesia se me acercó para darme una concha que había encontrado en la arena de la playa.
Había recogido varias, pero aquella la escogió especialmente para mí, era la que consideró más bella. Es muy pequeña y de color rosa, personalmente nunca había visto una concha del mar de ese color, es una pieza rara.
Pero lo más importante no era la concha en sí, sino la sencillez y el amor que vi en su actitud, me la dio con tanto cariño que me hizo sentir especial. Es algo sin valor monetario, mas fue un gesto puro y sincero que me hizo más feliz que si hubiera recibido algo caro que fuera dado sin amor.
A veces la gente piensa en hacer cosas extraordinarias para llamar la atención de Dios, pero no son sinceras en sus intenciones ni en sus actitudes, tampoco en su interior, que está lleno de malicia, rencores y engaño.
Lo hacen para llamar la tención, pero dentro de sí no hay pureza, sencillez y entrega.
Dios no quiere que hagamos cosas extraordinarias, Él quiere que lo que hagamos sea sincero y verdadero, de todo corazón.
Sólo así, Él puede derramar su Espíritu, porque Él sabe cuando le das lo mejor de ti, que es toda tu vida, no hay nada más extraordinario que le puedas dar.
4 comments:
Es verdad Señora, las veces que somos mas simples con Dios mostramos en verdad lo que hay en nuestro corazón, las veces que yo he hecho eso es cuando he recibido mas bendiciones de El empezando por el Espiritu Santo.
Saludos cordiales!
Buenas noches Señora Tania a veces no importa el tamaño de las cosas o de lo que hagamos si no hay en nuestro corazon la sinceridad de dar toda nuestra vida para EL que es lo que realmente importa darnos como sacrificio vivo y ahi estaremos dando lo mejor de cada una de nosotras.Saludos bendiciones
Buenas Tardes Sra:
Que buen Ejemplo! Es una realidad que Dios no mira lo grande o maravilloso que uno hace, pero si mira la intención con la cual una la hace. Y eso es lo que realmente vale para Él cuando una la hace con amor y sinceridad ♥ es ahí que Dios se agrada de una.
¡Dios la bendiga Siempre Sra!
Dios espera de nosotras que seamos sencillas y sinceras en todo lo que hacemos, cuando somos sinceras en cada detalle hacia Dios y hacia nuestro prójimo el se agrada y nos bendice mucho más de lo que esperamos.
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