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viernes, 11 de septiembre de 2015

Experiencias del Altar - ¿Usted ama la obra de Dios o al pastor?


Hola queridas, vamos dar inicio a un nuevo cuadro, "Experiencias del Altar", en que esposas de pastores estarán hablando de sus experiencias en la obra de Dios. Hoy comenzamos con mi amiga Elaine, disfruten.

"Mi nombre es Elaine Cristina Scheffer, y les voy a relatar algunas de mis experiencias a lo largo de estos años en la obra de DIOS.
Me casé muy joven, un poco antes de completar 18 años, era una niña y dependía aún de mi madre para ciertas cosas, pero yo ya tenía certeza de que mi lugar es el altar… Antes de comenzar a hablar de mi vida en la obra como esposa de pastor, quiero abrir un paréntesis y hablar de una experiencia vida antes de eso.
Yo llegué a la iglesia cuando tenía 14 años, me liberé y tuve mi encuentro con Dios, luego fui levantada a obrera y el deseo de servir a Dios en el altar fue muy grande dentro mío, ese deseo quemaba en mi interior y no cabían dudas dónde era mi lugar, en esa misma época conocí a mi esposo, él era pastor auxiliar y no demoró mucho que comenzamos a estar de novios. Yo estaba siempre en la iglesia, evangelizando, cuidando las cosas de Dios, todo estaba perfecto, estuvimos de novios durante casi 3 años, yo tenía certeza que él era el hombre de Dios para mi vida, nosotros encajábamos muy bien, teníamos el mismo propósito ¿qué podría dar errado? Soporté críticas por parte de mi familia, porque tendría que largar todo, dejar los estudios y vivir para el altar, ¡pero yo estaba dispuesta y era lo que yo quería desde antes de conocer a mi esposo!

Pero casi 3 años después, un día sin yo esperarlo, él llegó hasta mi y me dijo que deberíamos terminar, con lágrimas en los ojos no me pudo dar un motivo, lloramos los dos, sin saber por qué estábamos tomando esa decisión, terminamos… fue duro para mí, después de tanto tiempo, ¿será que mi familia tenía razón? ¿él no era la persona cierta para mí? Sólo el tiempo iba a decirlo… pasados los días de llanto jeje yo me levanté y me dediqué aún más en servir a Dios de obrera, pero ya no en la misma iglesia que él, pues en aquella misma semana mi familia se había mudado de barrio. Yo comencé a trabajar y a estudiar de noche para terminar el magisterio, pero aun así no faltaba a las reuniones de miércoles y domingo, siempre fiel a Dios, a pesar del dolor, de extrañarlo y de la falta que tenía de él yo no desistí, quedamos 6 meses sin vernos ni hablar, sin saber noticias uno del otro, en ese tiempo Dios trabajó en mi confianza, me hizo tener certeza que mi amor por las almas y el deseo de obedecer el llamado de Dios estaban encima de todo, de todos mis sentimientos, no quería servir en el altar porque simplemente estaba enamorada de un pastor sino que quería por amor a las almas, el deseo que ardía dentro de mí se realizaría, yo sabía que sí.

Cuando Dios cicatrizó la herida, cuando finalmente pensé haber olvidado y que ya estaba siguiendo mi vida firme en un propósito, el nacimiento de un sobrino de él nos reunió nuevamente en una visita a la casa de su hermana, él estaba allí jaja, cuando lo vi después de 6 meses no es necesario decir lo que sentí jaja era como si nunca antes me hubiera alejado de él, pero me limité sólo a las miradas y al saludo formal, ¡¡¡cuando en realidad yo quería abrazarlo y decirle cuán importante era aún para mí!!! ¡Vi lo mismo en sus ojos!
Pero me controlé y confié una vez más que Dios estaba controlando mi vida y sabía lo que era mejor… volví a casa y en el otro día en mi trabajo, el teléfono sonó (en aquella época no existía el celular jeje, él me llamó al trabajo) me invitó a salir y nos encontramos un sábado a las 6 de la tarde, me acuerdo a la perfección de ese día, ¡hasta de la ropa que vestía!  Nos abrazamos y pareció que no habíamos quedado ni un solo día sin estar lejos. En ese día marcamos la fecha para el casamiento que aconteció 5 meses después.

Esa experiencia sirvió para mostrar cuál era la real intención de mi corazón.
¿Yo deseaba la obra porque amaba a un pastor o Dios me presentó un pastor porque vio en mí el amor que tenía por las almas y que mi objetivo era el altar?
Eso quedo aún más claro dentro mío, cuando volvimos a estar juntos ya no existían dudas para mí, era al lado de él que yo haría la obra, que ganaría almas, que viajaría por el mundo, siendo su auxiliadora, el por otro lado tenía la misma certeza y 5 meses después comenzamos a caminar juntos ese camino, el cual hemos caminado lado a lado hace 22 a los, con luchas, lágrimas y también repletos de alegría y conquistas.
Mi amiga, si usted tiene un sentimiento por alguien que te hizo mal, que te trae dudas, no tenga miedo, sea sincera con Dios y  pida a Él que remueva ese sentimiento, porque ciertamente lo que Dios nos trae nadie puede quitar, ¡la persona cierta te aproximará a Dios y te hará llegar donde Él desea que usted esté!
Y si usted desea el altar, ¡Dios creará situaciones para probarte y para que usted conozca lo que hay dentro suyo, y si el deseo realmente es el altar nada impedirá que seas usada por Él!"


Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos.
Deuteronomio 8:2

3 comentarios:

  1. Muy cierto cuando somos llamados por Dios no ay y situación alguna que nos separe de el. EL siempre tiene el control de todas las cosas muchas gracias por compartir su experiencia Dios los bendiga a usted y el Pastor Claudine. Muchos besos y abrazos 😙😙😙

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  2. Realmente cierto, su experiencia me ayudo mucho estaré atenta para los otros post

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  3. Muy fuerte esta experiencia, me identifico muchísimo en ella por cantidades de situaciones que han pasado en mi vida. En mi corazón esta el altar, por encima de todo lo que he pasado sigo firme en la fe! Gracias por compartir sus experiencias, siempre ayudaran a alguien o incrementaran certeza en alguna que puede estar pasando algo similar. Dios les bendiga.

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