Convertido X Perdido

Cuando la persona llega a la iglesia, ella pasa por un proceso de conversión, entonces  va tomando varias actitudes que la llevan a dar un giro en su vida y la van aproximando  a Dios, como:

-       ella va oyendo y aprendiendo la palabra de Dios y comienza a colocarla en práctica

-       ora y ayuna

-       comienza a leer la bíblia e invertir en la vida espiritual

-       participa de las reuniones en la iglesia, no solamente los domingos, también algunos días en la semana.

-       se aparta de las malas compañías

-       comienza a negar sus propias voluntades y deseos para agradar a Dios

-       abandona el pecado y actitudes erradas.

Ahora veámos lo que lleva a la persona a salir del estado de convertida, y enfriarse en la fe y quedar peor que antes.

Infelizmente, ¿cuántas veces ya presenciamos eso, cómo la persona pierde todo lo que conquistó con Dios, cómo se olvida de todo lo que aprendió y con satisfacción comenzó a practicar?

Observemos la lista de arriba y coloquemos todo al revés:

-       ella oye la palabra de Dios, pero no presta atención y no la coloca en práctica, es  indiferente a  la palabra de Dios.

-       no ora más, ni ayuna

-       no lee más la bíblia

-       ya no va tanto a la iglesia, a veces va ó solamente los domingos

-       comienza a  juntarse con personas que no son una buena influencia para su fe

-       comienza a seguir sus propias voluntades y satisfacer sus deseos

-       vuelve a cometer pecados y actitudes erradas que había abandonado.

Así como la conversión no acontece de la noche para el día, volver atrás tampoco. La persona va dejando de prácticar todo lo que mantiene su fe viva y con el pasar del tiempo se apaga, cuando ve ya no tiene fuerzas ni ánimo para nada.

Por eso tome cuidado, si esta teniendo esos síntomas, si ve que se esta enfriando en la fe, apartandose de Dios, tome una actitud ahora y revierta esa situación.

Comience con más fuerza que antes y no se deje “llevar”, ni se distraiga, porque el diablo aprovecha todas las oportunidades para atacar y desviar su atención de Dios y principalmente robar su salvación.