Llena de voluntades

Todos los siervos tienen la conciencia de que su vida esta entregada a Su  Señor y que están sujetos a Su voluntad.

Pero en la realidad son muchos los que obedecen,  pero que por dentro están llenos de sus voluntades, y debido a eso viven insatisfechos al no concordar con lo que Dios tiene preparado para su vida.

Es algo así como: “estoy aquí, pero me gustaría en la realidad estar allá”, “cuido de esto, pero mi voluntad es cuidar de otra cosa”, “me mandaron a hacer esto, yo cumplo, pero sé que mi lugar no está en hacer esto”;  para estas cosas la obra pasó a ser de ellas y no más de Dios.

No sé si ustedes comprenden a dónde quiero llegar, la persona hasta hace las cosas, obedece a lo que le es pedido, pero en su interior ella no acepta, no concuerda, y por eso no hace de corazón sino que lo hace siempre pensando en alcanzar su sueño personal.

O sea, la intención no es realizar la voluntad de Dios, sino que es en el fondo alcanzar la de ella misma, por detrás de lo que es hecho está siempre su voluntad, un deseo propio, algo que ella quiere conquistar para sentirse realizada.

No es precisamente para glorificar a Dios, sino para realizar sus propias voluntades, sus sueños.

¿De qué sirve decir “yo quiero estar en el centro de la voluntad de Dios” si en la práctica no queremos hacer Su voluntad y sí la nuestra?

Reflexione y vea si está teniendo placer en someterse a la voluntad de Dios, o si ha hecho Su voluntad por obligación, cuando en la realidad lo que usted quiere es hacer la suya propia.

Déjenos sus comentarios.

¡Dios las bendiga a todas!