Amabilidad - Parte 4

Por último, me gustaría dejar un ejemplo de la bíblia de quien fue amable, que también puede ser entendido como benevolente o benigno.

Sé que tenemos muchos ejemplos, pero me gustaría citar el buen samaritano. ¿Por qué?
Porque él practicó amabilidad con quien el no conocía.
A veces es más fácil ser amable con las personas que usted conoce, o de quien se puede esperar algo a cambio, pero en este caso él no sabía o esperaba nada sin embargo fue amable.

Creo que ya conocen la historia, después de que un viajante fue robado, este buen hombre le ofreció su ayuda. Un sacerdote y un levita que había pasado antes no le extendió una mano, que significa que ser religioso no sirve de nada si usted no posee y practica las cualidades que agradan a Dios.

Él ayudó, sabiendo que el herido era un judío, es decir, un hombre que odiaba a su raza, alguien de otra creencia, porque judíos y samaritanos no se llevaban bien. Un hombre que tal vez no le ayudaría si se invirtieran sus posiciones, pero él no miro eso, simplemente utilizo su amabilidad, la mansedumbre, que es un fruto del Espíritu Santo.

No miró a quién era, en ese momento vio a un ser humano que necesitaba ayuda e hizo todo lo posible para ayudarle. Es admirable, ¿verdad?

Vamos a hacer lo mismo, esta semana practique la amabilidad con alguien que no conoce y deje su historia aquí.
Espero haberle ayudado con este tema, que Dios los bendiga.

Esta escritura se encuentra en Lucas 10:30-37