Serie Obreras en Foco 6- Buenos Modales

"Y el domingo llegan con una cara fea, tuvimos casos de miembros venir a quejarse de la atención que las obreras dan al pueblo.
Además coloca algunas cosas en Facebook diciendo como admiraba la increíble capacidad de soportar a las personas que merecen un puñetazo en la cara."

Sabemos que hay cosas que se esperan de todo ser humano y que para eso no es necesario ser convertida, o nacida de Dios, como el respeto y los buenos modales, por ejemplo.

Ahora imagine lo que se espera de una persona que dice ser llena del Espíritu Santo, por lo menos mucho más de lo que esperamos de las personas que no tienen nada de Dios.

Si las obreras, que son la imagen de la iglesia, están ahí para ayudar a las personas, están con una cara "fea" o cerrada, son groseras en la manera de hablar, ¿será que los afligidos querrán acercarse a ella en busca de orientación? Yo creo que no, las personas van a huir rápidamente, porque una cara cerrada da miedo, no invita a nadie a acercarse, aleja a las personas. Es como si tuviera una etiqueta en la frente que dice "No se acerquen, el ambiente aquí no es bueno".

Pero en fin, ¿estamos en la iglesia para asustar a las personas o para recibirlas de una manera agradable?

Ustedes ven que los pequeños detalles hacen la diferencia, la mujer de Dios debe ser graciosa, saber sonreír, hablar educadamente, ser pasiva. Como una persona que dice ser de Dios habla de esa forma como leímos en el correo electrónico arriba de "soportar a las personas que merecen un puñetazo en la cara", ¿de dónde viene tanta agresividad? Ciertamente no viene del Espíritu Santo, o ¿tiene alguna duda sobre esto?

Piense en las almas siempre que tomen alguna actitud fuera de lugar o tener un comportamiento rudo y grosero, queremos ganar almas, no expulsarlos de la iglesia.

Tarea: Amigas, ustedes que han actuado de esta manera, y reconoce que ha sido grosera, mal educada, y a veces agresiva o explosiva, a partir de ahora cambiará su comportamiento. No porque yo estoy pidiendo, sino porque desea agradar a Dios y llegar a ser esta mujer graciosa.
Todas las veces que vaya a la iglesia (hágalo también en su casa y en el trabajo), usted va sonreír a las personas, y darle los buenos días. Además, cuando atienda a alguien será amable y paciente.

No vamos a poner excusas, "Oh no, es mi forma de ser; No me gusta estar sonriendo, voy a quedar con dolor en la quijada; Ah, es que me levanto de mal humor y sólo en la tarde quedo bien". Usted no dijo que haría cualquier cosa para ganar almas, entonces demuéstrelo.
Queremos saber quién está haciendo las tareas.
¡Hasta pronto!